El Papa Francisco preside la misa de Pascua a pesar de su frágil salud

El Papa Francisco preside la misa de Pascua a pesar de su frágil salud

El Papa Francisco, a pesar de su delicada salud, presidió la misa del Domingo de Pascua en la plaza de San Pedro del Vaticano. Este evento, uno de los más importantes en el calendario católico, atrajo a una multitud de fieles preocupados por la condición del pontífice de 87 años.

Vestido de blanco y llegando en silla de ruedas al altar, decorado con hermosos adornos florales, el Papa argentino demostró su firme compromiso con su deber religioso. Acompañado por fuertes medidas de seguridad, la ceremonia fue transmitida en directo a través de varios medios, llegando a unos 1.300 millones de creyentes en todo el mundo.

Las preocupaciones sobre la salud del Papa se intensificaron cuando el viernes pasado canceló su participación en el vía crucis en el Coliseo. Sin embargo, el Vaticano aseguró que esta decisión se tomó para preservar su salud antes de las festividades de Pascua, y el sábado ofició la ceremonia sin mostrar signos de fatiga.

Durante la misa, el Papa Francisco denunció «los muros del egoísmo y la indiferencia», así como «todas las aspiraciones de paz destrozadas por la crueldad del odio y la barbarie de la guerra». Al finalizar la ceremonia, bendijo a los fieles congregados con energía y sonrió mientras avanzaba en su silla de ruedas por la basílica.

A pesar de su edad y su historial de problemas de salud, que incluyen una reciente hospitalización por bronquitis, el Papa ha seguido un ritmo de trabajo intenso en el Vaticano. Sin embargo, su anunciado viaje a Asia y Oceanía este verano boreal parece más incierto que nunca, aunque Indonesia anunció este domingo que el Papa visitará el archipiélago en septiembre.

Aunque Francisco siempre ha dejado abierta la posibilidad de renunciar, ha reiterado en una autobiografía reciente que no tiene «razones serias» para hacerlo, a menos que exista un «grave impedimento físico».