Marine Le Pen, inhabilitada para ejercer cargos públicos tras veredicto de culpabilidad

Marine Le Pen, líder de la extrema derecha francesa y hasta hoy una de las principales candidatas a las elecciones presidenciales de 2027, ha sido condenada por un tribunal de París por malversación de fondos públicos. La sentencia, que incluye su inhabilitación inmediata para ejercer cargos públicos, supone un duro revés para su carrera política y para su partido, Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés).

El tribunal dictaminó que Le Pen, junto con ocho eurodiputados de su partido y doce asistentes, desvió fondos del Parlamento Europeo para pagar a empleados que en realidad trabajaban en la estructura política del RN en Francia. Este fraude, que se prolongó durante años, fue calificado por la jueza presidenta del tribunal, Bénédicte de Perthuis, como «un ataque grave y duradero a las normas de la vida democrática en Europa y, en particular, en Francia».

Si bien la prohibición para ejercer cargos públicos entra en vigor de inmediato, el tribunal aún no ha determinado su duración. De superar los dos años, Le Pen se vería impedida de competir en las elecciones presidenciales de 2027, frustrando así su cuarta aspiración al Palacio del Elíseo.

Una condena con fuertes implicaciones políticas

La fiscalía había solicitado una pena de cinco años de prisión (dos de ellos condicionales), una multa de 300.000 euros y la inhabilitación política por cinco años, que debería mantenerse incluso si la líder ultraderechista decidiera apelar.

El caso se remonta a una investigación iniciada hace varios años sobre el uso indebido de fondos del Parlamento Europeo por parte del RN. La justicia francesa encontró pruebas de que los fondos destinados a asistentes parlamentarios en Bruselas se emplearon, en realidad, para financiar el aparato del partido en Francia.

La condena a Le Pen se produce en un momento en que las encuestas la situaban como la principal favorita para suceder a Emmanuel Macron en la presidencia francesa. La líder del RN ha trabajado arduamente en los últimos años para distanciar su formación de su pasado vinculado al racismo y al antisemitismo, en un intento por hacerla más aceptable para el electorado francés.

Reacciones y un futuro incierto

La decisión judicial ha provocado una oleada de reacciones en el panorama político francés. El actual ministro de Justicia, Gérald Darmanin, ya había expresado su preocupación tras el juicio en noviembre, calificando de “profundamente chocante” la posibilidad de que Le Pen fuera inhabilitada para futuras elecciones.

Por su parte, la líder ultraderechista abandonó la sala antes de que se anunciara la duración exacta de su inhabilitación y, hasta el momento, no ha hecho declaraciones públicas sobre el fallo. Se espera que su partido reaccione en los próximos días y que Le Pen, fiel a su estilo combativo, apele la sentencia en un intento por recuperar su elegibilidad política.

Este golpe judicial deja un vacío de liderazgo dentro del RN y plantea serias dudas sobre el futuro de la extrema derecha en Francia. Con Le Pen fuera de la contienda, la pregunta clave es si su partido logrará encontrar un sucesor capaz de mantener el impulso electoral que había construido en los últimos años.