Detienen a Genaro López tras comparecencia en la Fiscalía

Genaro López, líder del Suntracs, fue detenido ayer tras presentarse ante la Fiscalía Segunda contra la Delincuencia Organizada, en un caso que desborda tensiones políticas y sindicales. A las 2:30 p.m. llegó voluntariamente al despacho judicial acompañado de abogados y familiares; una hora después, el fiscal Gilberto Arona Cárdenas ordenó su traslado a la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) en Ancón, donde permanece bajo custodia mientras se programa su audiencia de garantías en las próximas 24 horas.

La causa se origina en una querella de 2022 presentada por exempleados de un proyecto en la isla de Bastimentos, Bocas del Toro, quienes acusan al sindicato de estafa agravada, blanqueo de capitales y falsedad documental. Según la fiscalía, López habría recibido y manejado fondos de procedencia ilícita mediante cheques y transferencias autorizadas por otros directivos, para beneficio personal y de la cúpula sindical.

Al conocer su detención, un grupo de obreros del Suntracs –vestidos con rojos chalecos y ondeando banderas del sindicato– se concentró frente a la sede judicial. Sin incidentes, los manifestantes corearon consignas en defensa de López y del derecho a la huelga, y denunciaron “campañas de criminalización” impulsadas por el gobierno de José Raúl Mulino.

El despliegue policial se limitó a garantizar el orden, mientras en el ámbito diplomático sobresale el caso de Saúl Méndez, secretario general del Suntracs, quien el mismo día solicitó asilo en la embajada de Bolivia y recibió protección temporal.

La investigación alcanza además a otros 14 dirigentes, entre ellos Yamir Córdoba, Erasmo Cerrud, José Víquez y Jaime Caballero –este último detenido provisionalmente por lavado de dinero–. El conjunto de imputados enfrenta acusaciones que, de confirmarse, golpean la legitimidad de una de las organizaciones sindicales más influyentes del país.

Con esta operación, la Fiscalía refuerza su estrategia contra delitos económicos ligados al movimiento laboral, en un momento de fuerte polarización entre el Ejecutivo y los trabajadores de la construcción.