E. U. retira visas a funcionarios de Petro tras acusaciones de golpe de Estado

La tensión entre Estados Unidos y Colombia alcanzó un nuevo pico este jueves tras conocerse que Washington ha comenzado el proceso de retiro de visas a varios funcionarios del gobierno del presidente Gustavo Petro. La decisión, confirmada por fuentes diplomáticas, se da como respuesta directa a las recientes declaraciones del mandatario colombiano, quien sugirió que congresistas estadounidenses estarían involucrados en un supuesto intento de golpe de Estado en su contra.

En concreto, Petro señaló públicamente a los congresistas republicanos Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart como parte de una supuesta “operación internacional” para desestabilizar su gobierno. Ambos legisladores rechazaron de forma tajante las acusaciones, y Giménez respondió con una serie de calificativos incendiarios, tildando a Petro de “drogadicto corrupto, patético, incompetente y peón del dictador Nicolás Maduro”.

Frente al deterioro de la relación bilateral, el Departamento de Estado ordenó el llamado a consultas del encargado de negocios en Bogotá, John T. McNamara, quien funge como embajador interino. La medida fue interpretada por analistas como una señal inequívoca del malestar del gobierno de Donald Trump ante lo que considera una escalada retórica inaceptable.

“El retiro de visas es una herramienta habitual cuando se considera que no hay respeto institucional o garantías de cooperación”, indicó un portavoz diplomático estadounidense bajo condición de anonimato.

Una relación bilateral cada vez más frágil

El incidente se suma a una serie de tensiones que han marcado la relación entre Bogotá y Washington en los últimos meses. A inicios de año, un intercambio sobre vuelos de deportación casi desemboca en una ruptura formal. Ahora, con la canciller Laura Sarabia recién renunciada y una crisis administrativa por la fabricación de pasaportes, el gobierno Petro enfrenta un escenario diplomático complejo y volátil.

Desde la Casa de Nariño no se ha emitido una respuesta oficial al anuncio del retiro de visas ni al llamado a consultas del diplomático estadounidense. Sin embargo, se espera una reacción en las próximas horas, en medio de un ambiente político nacional ya crispado por denuncias de desestabilización, reclamos desde la oposición y divisiones internas en el gabinete.