El chavismo admite que se prepara para “lo peor” ante cerco naval de E.U. en el Caribe

El régimen de Nicolás Maduro se declaró en “alerta máxima” frente al despliegue de buques de guerra y tropas estadounidenses en aguas del Caribe, como parte de la operación ordenada por Washington contra el narcotráfico regional.

El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y considerado el “número dos” del chavismo, Diosdado Cabello, reconoció que la cúpula oficialista intensifica sus preparativos internos para enfrentar la presión internacional. “Nosotros no subestimamos ninguna amenaza. Tampoco la sobrestimamos y mucho menos la desestimamos (…). Nos preparamos para lo peor siempre”, aseguró durante su programa televisivo Con el mazo dando, transmitido por la estatal VTV.

El despliegue naval forma parte de la estrategia de Estados Unidos para frenar las rutas del narcotráfico procedentes de Venezuela y desarticular las redes del denominado Cartel de los Soles, organización señalada por agencias internacionales como una pieza clave en el tráfico de cocaína hacia Centroamérica y Norteamérica.

Cabello intentó mostrar respaldo popular al régimen exaltando la convocatoria de alistamiento en la Milicia Nacional Bolivariana, a la que calificó de “histórica”, mientras opositores denunciaron que se trata de un acto propagandístico destinado a simular legitimidad. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, anunció que las jornadas de reclutamiento continuarán este fin de semana en más de mil puntos del país.

En paralelo, el chavismo denunció ante la ONU la presencia de “un crucero lanzamisiles” y “un submarino nuclear de ataque rápido” enviados por Washington, presentándolos como “una grave amenaza a la paz regional” y apelando al Tratado de Tlatelolco, que declara a América Latina como zona libre de armas nucleares.

La reacción de Caracas ocurre en un contexto de creciente presión internacional. La administración de Donald Trump duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, acusado por EE.UU. de dirigir un Estado criminal involucrado en narcotráfico y lavado de dinero.

Mientras tanto, organizaciones opositoras y analistas coinciden en que el endurecimiento del discurso chavista y la activación de la Milicia Bolivariana forman parte de una estrategia de propaganda que busca desviar la atención sobre el aislamiento internacional del régimen y las graves acusaciones de narcotráfico y violaciones de derechos humanos que pesan sobre sus principales dirigentes.