Casa Blanca y Partido Republicano alcanzan acuerdo sobre límite de deuda para evitar el impago

Casa Blanca y Partido Republicano alcanzan acuerdo sobre límite de deuda para evitar el impago

El presidente Biden y el vocero Kevin McCarthy llegaron a un acuerdo preliminar el sábado para aumentar el límite de deuda durante dos años, al tiempo que recortarían y limitarían algunos gastos gubernamentales durante el mismo período.

Este acuerdo llega después de una maratón de conversaciones de crisis que ha llevado al país a días de su primer impago en la historia. Aunque no está asegurado que el Congreso apruebe el plan antes del 5 de junio, fecha en que se proyecta que el Tesoro agotará su capacidad de pagar sus obligaciones, especialmente en la Cámara de Representantes, donde planean considerarlo el miércoles.

Los republicanos tienen una mayoría estrecha en la Cámara y los legisladores de derecha que habían exigido recortes presupuestarios significativamente mayores a cambio de aumentar el límite de endeudamiento ya se habían rebelado. Sin embargo, el compromiso, que efectivamente congelaría el gasto federal que estaba en camino de crecer, cuenta con la aprobación tanto del presidente demócrata como del vocero republicano, lo que genera esperanzas de que pueda romper el estancamiento fiscal que ha afectado a Washington y al país durante semanas, amenazando una crisis económica. Los dos hablaron por teléfono el sábado por la noche para resolver los últimos puntos de desacuerdo.

El plan fue estructurado con el objetivo de atraer votos de ambos partidos, aunque ha generado la ira no solo de los republicanos conservadores, sino también de los demócratas furiosos por tener que votar a favor de recortes que se oponen bajo la amenaza de un impago inminente. Aún así, les da a los republicanos la capacidad de decir que lograron reducir algunos gastos federales, incluso mientras el financiamiento para el ejército y los programas para veteranos continúa creciendo, mientras permite a los demócratas decir que han evitado recortes significativos en la mayoría de los programas domésticos.

El acuerdo aumentaría el límite de endeudamiento, que actualmente es de $31.4 billones, durante dos años, el tiempo suficiente para superar las próximas elecciones presidenciales. Según una persona familiarizada con el acuerdo, también impondría nuevos requisitos de trabajo para algunos beneficiarios de ayuda gubernamental, incluyendo cupones de alimentos y el programa de Asistencia Temporal para Familias Necesitadas. Limitaría la cantidad de tiempo que ciertos beneficiarios de cupones de alimentos -personas menores de 54 años sin hijos- podrían beneficiarse del programa, pero también ampliaría el acceso a cupones de alimentos para veteranos y personas sin hogar.

El acuerdo tentativo también recuperaría parte del dinero no utilizado de un proyecto de ley de ayuda pandémica anterior y reduciría en $10 mil millones -a $70 mil millones de $80 mil millones- el nuevo financiamiento de cumplimiento para el IRS para combatir la evasión de impuestos. Incluye medidas destinadas a acelerar las revisiones ambientales de ciertos proyectos energéticos.

Los requisitos de trabajo y las reformas en las revisiones ambientales fueron algunos de los últimos detalles en los que ambos lados trabajaron el sábado. Los negociadores de la Casa Blanca y del Congreso, que trabajaron sin descanso en el Capitolio, en la Casa Blanca y de manera virtual, llevaron la resolución casi hasta el último minuto, aumentando la presión sobre los legisladores para que aceptaran una solución impopular entre los activistas de ambos extremos políticos. Economistas y analistas de Wall Street advirtieron que un impago sería devastador y podría provocar un colapso económico mundial.

Para evitar un impago, la Cámara de Representantes y el Senado deben aprobar el acuerdo y enviarlo al presidente Biden para su firma. Esto representa un desafío tanto para McCarthy como para el Representante Hakeem Jeffries de Nueva York, el líder demócrata, quienes ahora deben reunir una coalición de republicanos y demócratas de la Cámara para aprobarlo.

McCarthy ha dicho repetidamente que cree que la mayoría de su conferencia votará a favor del acuerdo, pero aún no está claro cuántos republicanos respaldarán el compromiso y cuántos demócratas serán necesarios para compensar las deserciones del Partido Republicano.

El camino también será difícil en el Senado, donde se requiere un apoyo bipartidista y los conservadores han señalado que no están dispuestos a aceptar. El senador republicano Mike Lee de Utah ha prometido utilizar «todas las herramientas procesales» disponibles para frenar cualquier medida que no contenga cambios fiscales sustanciales. Los republicanos se han negado durante meses a aumentar el límite de endeudamiento a menos que Biden aceptara recortes de gastos y redujera la deuda futura, arriesgándose a un impago para ejercer su influencia.

El acuerdo final logra su objetivo, pero de manera modesta. Un análisis del New York Times de los límites de gasto en el centro del acuerdo sugiere que reducirán el gasto federal en aproximadamente $650 mil millones en una década. Los recortes en el paquete son casi seguramente demasiado modestos para ganar los votos de los conservadores de línea dura y demasiado rigurosos para ganar los votos de los progresistas en la Cámara.

Los legisladores de la Freedom Caucus de la Cámara de Representantes criticaron el acuerdo en privado el sábado por la noche, y el Congressional Progressive Caucus ya había comenzado a enojarse antes de que se finalizara el acuerdo. El acuerdo impondría límites al gasto discrecional durante dos años, aunque esos límites se aplicarían de manera diferente al gasto en el ejército en comparación con el resto del presupuesto federal.

El gasto en el ejército aumentaría el próximo año, al igual que el gasto en algunos cuidados para veteranos. El gasto en otros programas domésticos disminuiría ligeramente o se mantendría aproximadamente igual en comparación con los niveles de este año.

El anuncio llega después de meses de confrontaciones políticas. Inicialmente, Biden y los demócratas del Congreso insistieron en que los republicanos de la Cámara de Representantes aumentaran el techo de deuda sin condiciones, pero cedieron después de que McCarthy reuniera a su conferencia para aprobar un proyecto de ley para aumentar el límite de endeudamiento del país a cambio de recortar programas gubernamentales en un promedio del 18% en una década. Los republicanos evitaron deliberadamente detallar qué programas planeaban recortar, pero la aprobación del proyecto de ley obligó a Biden a hacer lo que había dicho que nunca haría: negociar sobre el aumento del techo de deuda.

El acuerdo fue alcanzado finalmente por un grupo liderado por el asesor de Biden, Steve Ricchetti; su director de presupuesto, Shalanda Young; y dos de los confidentes más cercanos de McCarthy, los representantes Patrick T. McHenry de Carolina del Norte y Garret Graves de Louisiana. Acordaron utilizar algunos movimientos contables creativos en el acuerdo para ayudar a proporcionar cobertura política a ambos lados.

Sin embargo, es probable que McCarthy enfrente una revuelta de los legisladores de extrema derecha en su conferencia, a quienes empoderó como parte de las concesiones que hizo para convertirse en vocero en enero, después de una agotadora elección de 15 rondas.