
REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | marzo 4, 2025Audio generado por AI para Panamá en Directo
Panamá en Directo | Coca-Cola y la estrategia ante los aranceles al aluminio en E.U.
Los consumidores estadounidenses pueden estar tranquilos: los nuevos aranceles del 25% al aluminio impuestos por el presidente Donald Trump probablemente no harán que las latas de refresco suban de precio. A pesar de la preocupación inicial, las grandes compañías de bebidas han evaluado el impacto y aseguran que el efecto en los costos será mínimo.
El director ejecutivo de Coca-Cola, James Quincey, explicó que, en caso de que el aluminio se encarezca demasiado, la compañía podría ajustar su producción aumentando el uso de otros materiales de envasado, como el plástico. «Si las latas de aluminio se vuelven más caras, podemos poner más énfasis en las botellas de plástico», afirmó en una conferencia reciente.
Según Adam S. Hersh, economista del Instituto de Política Económica, el costo adicional por lata será insignificante. Actualmente, fabricar una lata cuesta menos de 4 centavos, y con el arancel del 25%, el costo aumentaría a unos 5 centavos. En un paquete de seis, esto significaría un incremento de apenas 6 centavos, una diferencia que las empresas pueden absorber sin trasladarla al consumidor.
Coca-Cola y otras marcas ya usan diferentes tipos de envases
La Coca-Cola Company ya envasa casi la mitad de sus bebidas en botellas de plástico, el 25% en latas de aluminio y el resto en vidrio u otros materiales. Otras empresas como Keurig Dr Pepper también diversifican su envasado, lo que les da margen de maniobra para afrontar estos cambios sin afectar los precios.
Sin embargo, para empresas que dependen en gran medida del aluminio, como los fabricantes de bebidas energéticas y hard seltzers, el impacto podría ser mayor. Estas marcas podrían verse obligadas a aumentar sus precios si no encuentran alternativas viables.
El impacto ambiental de un posible cambio de envases
Si las empresas optan por reducir el uso de latas de aluminio y aumentar la producción de botellas de plástico, el impacto ambiental podría ser significativo. Judith Enck, presidenta de Beyond Plastics, advierte que un cambio hacia el plástico sería «devastador» para el medio ambiente, ya que el plástico es menos reciclable y su producción implica el uso de miles de productos químicos.
Las botellas de Coca-Cola ya son una de las principales fuentes de contaminación plástica a nivel mundial. Aunque el vidrio retornable es la opción más sostenible, su implementación a gran escala podría ser complicada.
Conclusión: Un cambio con consecuencias limitadas
En términos económicos, los nuevos aranceles al aluminio no parecen representar una amenaza real para los consumidores de refrescos en Estados Unidos. Las grandes corporaciones tienen la flexibilidad suficiente para ajustar sus estrategias sin alterar significativamente sus precios.
Sin embargo, la medida podría afectar a empresas más pequeñas y tener consecuencias ambientales si el plástico gana terreno como alternativa al aluminio. Con el enfoque de la administración Trump en políticas económicas por encima de consideraciones ecológicas, es poco probable que la presión ambiental juegue un papel determinante en las decisiones de las empresas.