REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | diciembre 2, 2024La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió este lunes un fallo contundente contra Venezuela, determinando que durante las elecciones presidenciales de 2013 se violaron los derechos políticos, la libertad de expresión y el acceso a una protección judicial efectiva del excandidato opositor Henrique Capriles. El tribunal destacó que estas acciones afectaron gravemente la integridad del proceso electoral y las garantías democráticas en el país.
El fallo subrayó que el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela jugaron un papel determinante en estas irregularidades, mediante un uso abusivo del aparato estatal que favoreció al entonces candidato oficialista Nicolás Maduro. Según la CIDH, estas instituciones no garantizaron mecanismos adecuados de impugnación ni promovieron la transparencia en los comicios, desvirtuando los principios básicos del Estado de Derecho.
El contexto electoral de 2013 estuvo marcado por la muerte del presidente Hugo Chávez apenas un mes antes de las votaciones del 14 de abril. Maduro, entonces «presidente encargado», compitió representando al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), mientras que Capriles lideraba la oposición bajo la bandera de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Según los resultados oficiales, Maduro obtuvo el 50,61% de los votos frente al 49,12% de Capriles, un margen que generó intensas polémicas.
La CIDH destacó que el TSJ permitió que Maduro se postulara sin abandonar su cargo como presidente encargado, una decisión que contravenía la legislación venezolana vigente. Este hecho, sumado al uso de recursos públicos, medios de comunicación estatales y movilizaciones promovidas por funcionarios, puso de manifiesto un deterioro progresivo de la independencia de las instituciones en el país.
El tribunal señaló que este contexto favoreció al candidato oficialista tanto antes como después de las elecciones, dejando a los votantes sin las condiciones necesarias para ejercer su derecho a una elección libre e informada. Las conclusiones de la CIDH también denunciaron la falta de independencia e imparcialidad en los organismos encargados de velar por la transparencia electoral, consolidando así un sistema que debilitó la democracia en Venezuela.
Este fallo representa un llamado de atención internacional sobre el estado de las instituciones venezolanas y resalta la importancia de respetar los principios democráticos para garantizar procesos electorales justos y transparentes.