Elon Musk, dueño de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), ha decidido cerrar todas las operaciones locales de la plataforma en Brasil.
Este anuncio fue realizado el sábado y ha generado un gran revuelo en el país sudamericano, aunque la plataforma seguirá disponible para los usuarios brasileños.
El motivo detrás de esta decisión, según Musk, radica en las demandas impuestas por el juez Alexandre de Moraes, miembro del Tribunal Supremo de Justicia de Brasil. Musk afirmó que dichas demandas obligarían a X a infringir leyes no solo en Brasil, sino también en Argentina, Estados Unidos y a nivel internacional. «Ante esta situación, X no tiene otra opción que cesar sus operaciones en Brasil para proteger la seguridad de nuestro personal local», declaró el empresario en su cuenta de la red social.
Musk acusó directamente al juez De Moraes de amenazar al representante legal de la empresa en Brasil con encarcelarlo si no se cumplían las órdenes judiciales que la red social califica como «censura». Estas órdenes, según Musk, están destinadas a bloquear contenido en la plataforma, lo que él considera una violación de la libertad de expresión.
«La decisión de cerrar nuestras oficinas en Brasil fue extremadamente difícil», expresó Musk. «Aceptar la censura secreta e ilegal de Alexandre de Moraes y sus demandas de acceso a información privada nos hubiera puesto en una posición insostenible y nos hubiera impedido actuar de manera transparente», añadió.
Elon Musk también expresó duras críticas hacia el juez, calificándolo como una «vergüenza para la justicia» y reiteró que De Moraes debería dejar su cargo. No es la primera vez que Musk critica abiertamente al magistrado, a quien ya había tildado de «dictador» en el pasado.
En los últimos años, el juez De Moraes ha tomado medidas enérgicas contra figuras clave de los movimientos ultraconservadores en Brasil, muchos de los cuales son seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, un admirador de Musk. Estas medidas incluyeron el bloqueo de cuentas en la plataforma X, especialmente después de que los partidarios de Bolsonaro intentaran desacreditar el sistema de votación electrónica durante las elecciones presidenciales en las que resultó vencedor Luiz Inácio Lula da Silva.
En abril de este año, la plataforma X admitió que algunas cuentas bloqueadas lograron evadir las restricciones impuestas. Esto llevó a Musk a reabrir dichas cuentas, lo que provocó que De Moraes iniciara una investigación en su contra, acción que el multimillonario ha calificado como «inconstitucional».
Musk lamentó profundamente que sus múltiples apelaciones a la Corte Suprema no hayan sido escuchadas, y denunció que el público brasileño no ha sido adecuadamente informado sobre las decisiones judiciales. Además, enfatizó que el personal de X en Brasil no tiene ninguna responsabilidad ni control sobre el contenido bloqueado en la plataforma. «En lugar de respetar la ley y sus procedimientos, el juez De Moraes ha decidido amenazar a nuestro personal en Brasil», afirmó Musk.
El Gobierno brasileño, por su parte, ha criticado la decisión de la empresa estadounidense. João Brant, secretario de Políticas Digitales, acusó a X de haber ignorado varias órdenes judiciales y calificó su actitud como «patética». Según Brant, la compañía está utilizando esta situación para imponer sanciones y trasladar la carga política de una decisión que tiene, en su opinión, un trasfondo comercial.
En conclusión, la decisión de cerrar las operaciones locales de X en Brasil ha generado una gran controversia, y la disputa entre Elon Musk y el Tribunal Supremo de Brasil sigue escalando, dejando a los usuarios y a la comunidad empresarial en un estado de incertidumbre.