REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | marzo 13, 2024Estudio revela que el COVID-19 redujo la esperanza de vida global en 1.6 años
Un estudio publicado en la prestigiosa revista académica The Lancet ha arrojado luz sobre el impacto devastador del COVID-19 en la esperanza de vida a nivel mundial. Según miles de científicos que participaron en la investigación, la pandemia ha tenido un efecto más profundo que cualquier otro evento en los últimos 50 años, incluyendo conflictos y desastres naturales.
El estudio, que presenta estimaciones actualizadas del Estudio de Carga Global de Enfermedades (GBD), revela que entre 2019 y 2021, la esperanza de vida mundial se redujo en un promedio de 1.6 años debido a la pandemia. Esta disminución representa una inversión significativa en comparación con los aumentos observados en años anteriores.
Austin E. Schumacher, profesor del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington y coautor del estudio, señaló que la esperanza de vida disminuyó en el 84% de los países y territorios durante este período, lo que subraya los impactos devastadores potenciales de nuevos patógenos.
Sin embargo, el impacto de la pandemia no fue uniforme en todas las edades. Mientras que la mortalidad infantil continuó disminuyendo, con una caída del 7% en las tasas de mortalidad entre niños menores de 5 años de 2019 a 2021, la mortalidad entre las personas mayores aumentó de manera sin precedentes en los últimos 70 años.
A pesar de este retroceso, los científicos señalaron que la pandemia no borró por completo el progreso histórico en la esperanza de vida. Desde 1950 hasta 2021, la esperanza de vida al nacer aumentó casi 23 años, un logro notable que destaca la capacidad de la humanidad para enfrentar desafíos sanitarios.
Hmwe Hmwe Kyu, Profesor Asociado de Ciencias de Métricas de la Salud en IHME y coautor del estudio, enfatizó la importancia de seguir aprovechando los éxitos alcanzados mientras nos preparamos para futuras pandemias y abordamos las disparidades de salud entre países.
Este estudio subraya la necesidad de continuar fortaleciendo los sistemas de salud global y abordar las desigualdades en salud para mitigar los impactos adversos de futuras emergencias sanitarias en la esperanza de vida y el bienestar de la población mundial.









