Israel deja a Gaza sin electricidad en plena crisis humanitaria

Israel ha interrumpido por completo el suministro eléctrico a la Franja de Gaza tras ordenar el corte de energía a la última instalación que aún recibía electricidad de la Corporación Eléctrica de Israel (IEC). La decisión fue anunciada por el ministro de Energía israelí, Eli Cohen, quien confirmó la medida el pasado sábado.

«Acabo de firmar una orden para el cese inmediato de la electricidad en Gaza», declaró Cohen en un comunicado, señalando que Israel utilizará «todas las herramientas disponibles para garantizar el regreso de todos los rehenes».

Desde el 7 de octubre de 2023, día en que Hamas llevó a cabo un ataque en territorio israelí causando más de 1.200 muertes y la toma de 251 rehenes, Israel ha reducido drásticamente el suministro de energía a Gaza. Sin embargo, la IEC había restablecido el servicio a una planta de tratamiento de aguas residuales, siguiendo una orden gubernamental. Este suministro también ha sido ahora suspendido.

El portavoz de la IEC confirmó la orden y su inmediata aplicación. Mientras tanto, el vocero de Hamas, Hazem Qassem, restó importancia a la medida, argumentando que la mayor parte de Gaza ya estaba sin electricidad. No obstante, calificó la acción como «una confirmación de la intención de la ocupación de continuar su guerra genocida», señalando que la decisión constituye un acto de «hambruna» y una violación del derecho internacional.

La población de Gaza ha tenido que depender de generadores y paneles solares para obtener energía desde el inicio del conflicto. De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, más de 48.000 palestinos han muerto como consecuencia de la ofensiva militar israelí.

El ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, celebró la decisión de cortar el suministro y exigió medidas aún más drásticas. «Gaza debe quedar completamente a oscuras mientras haya un solo rehén israelí retenido allí», afirmó. Además, instó al gobierno a bombardear los almacenes de combustible que han ingresado al enclave como parte de los acuerdos previos de cese al fuego.

La medida se produce en un momento clave en las negociaciones para extender el cese del fuego entre Israel y Hamas. Israel busca prolongar la primera fase del acuerdo, que contempla la liberación gradual de rehenes a cambio de prisioneros palestinos y la entrada de ayuda humanitaria, sin comprometerse a una tregua definitiva. Hamas, por su parte, insiste en avanzar a la segunda fase del acuerdo, que incluiría negociaciones para el fin permanente de la guerra.

El viernes pasado, una delegación de Hamas llegó a El Cairo para tratar el acuerdo, mientras que Israel confirmó su participación en negociaciones en Doha el próximo lunes, con la mediación de Estados Unidos.

El enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump para asuntos de rehenes, Adam Boehler, se mostró optimista respecto a un posible nuevo acuerdo. «Creo que hay suficiente base para lograr un entendimiento entre lo que Hamas quiere y lo que Israel está dispuesto a aceptar», afirmó en una entrevista con CNN.

Actualmente, 59 rehenes siguen en Gaza, aunque más de la mitad se cree que han muerto. Entre ellos, cinco tienen nacionalidad israelí-estadounidense, y sólo uno, Edan Alexander, se considera que sigue con vida. Hamas ha señalado que no se opondría a su liberación en el marco de las negociaciones.