José Mujica supera una nueva operación mientras sigue dejando huella en la política uruguaya

El expresidente de Uruguay, José Mujica, ha superado exitosamente este sábado una nueva intervención médica relacionada con su lucha contra el cáncer de esófago, una enfermedad que le ha afectado notablemente en los últimos años. A sus 89 años, Mujica demuestra una vez más su fortaleza física y su determinación, no solo frente a su salud, sino también en su papel activo en el escenario político del país.

El procedimiento médico realizado consistió en la colocación de un stent esofágico, un dispositivo diseñado para ensanchar el estrechamiento en el esófago que impedía el paso de alimentos. La doctora Raquel Pannone, a cargo de su atención, explicó que esta medida era imprescindible debido a las dificultades que el ex mandatario enfrentaba al comer. «Es un dispositivo que se autoexpande dentro del esófago, permitiendo que los alimentos puedan pasar nuevamente», señaló la especialista.

Este no es el primer procedimiento al que Mujica se somete en su batalla contra el cáncer. En septiembre, ya había sido sometido a una gastrostomía, un procedimiento que le permitió alimentarse directamente a través de una sonda conectada al estómago, evitando el uso del esófago. Según Pannone, ambos sistemas de alimentación, tanto el stent como la sonda, serán complementarios por ahora, para garantizar la estabilidad de su estado general. «Es crucial mantener su nutrición adecuada para evitar un deterioro físico», destacó la doctora.

A pesar de los desafíos de salud, Mujica no ha dejado de participar en la vida política de Uruguay. Recientemente, fue una figura clave durante el tramo final de la campaña que devolvió al Frente Amplio al poder tras cinco años de gobierno de la coalición liderada por Luis Lacalle Pou. Mujica apoyó activamente al candidato Yamandú Orsi, quien asumirá como presidente el próximo 1 de marzo.

En paralelo a su lucha médica, Mujica se ha visto envuelto en recientes polémicas por sus declaraciones sobre denuncias de crímenes de lesa humanidad contra militares de la última dictadura uruguaya (1973-1985). El ex presidente aseguró que algunas de estas acusaciones fueron «falsas», lo que generó críticas desde sectores de la izquierda, así como apoyo y rechazo en diversos ámbitos de la sociedad.

José Mujica, quien fue integrante del movimiento guerrillero Tupamaros y pasó 13 años en prisión durante la dictadura, sigue siendo una figura profundamente influyente en Uruguay. Su historia, marcada por la resistencia, la política y una vida austera, lo ha convertido en un símbolo tanto para sus seguidores como para sus detractores.

Mientras continúa enfrentando los desafíos de salud, Mujica mantiene un papel activo en la vida pública, reafirmando su compromiso con el país y su legado como uno de los líderes más emblemáticos de la izquierda uruguaya.