La defensa de los controversiales hermanos Menéndez plantea tres estrategias para lograr su libertad, ¿lograrán salir de prisión?»

Después de más de tres décadas tras las rejas, Lyle y Erik Menéndez, quienes cumplen cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus padres en 1989, podrían tener una oportunidad de salir en libertad.

La defensa legal de los hermanos ha anunciado tres posibles estrategias que, de tener éxito, podrían poner fin a la sentencia que los ha mantenido en prisión durante 34 años.

La primera de estas estrategias se centrará en una audiencia de hábeas corpus el próximo 25 de noviembre. En esta audiencia, el abogado de los hermanos, Mark Geragos, solicitará al juez que reconsidere la sentencia original y revalúe el caso bajo el cargo de homicidio involuntario, en lugar de asesinato premeditado. Según las leyes de California, este cargo tiene una condena máxima de 11 años, mucho menor que la que han cumplido hasta la fecha. Si el juez aprueba esta petición, los hermanos podrían salir en libertad de manera inmediata, ya que habrían excedido con creces el tiempo requerido por esta pena.

Por otro lado, el próximo 11 de diciembre, los Menéndez tendrán otra oportunidad para defender su caso en una audiencia en la que buscan una reducción de su sentencia. Esta alternativa ha ganado apoyo en el ámbito legal y político, destacando especialmente el respaldo del fiscal distrital de Los Ángeles, George Gascón, quien expresó su postura favorable a reducir la sentencia de cadena perpetua que pesa sobre ellos. Una modificación en la condena podría abrir la posibilidad de solicitar libertad condicional ante una junta, ofreciendo a los Menéndez una opción viable para salir de prisión.

Como tercera opción, la defensa ha presentado una petición de clemencia directamente al gobernador de California, Gavin Newsom, respaldada también por el fiscal Gascón, quien ha mostrado públicamente su apoyo a esta medida. En un comunicado reciente, Gascón destacó los avances de los hermanos Menéndez en su rehabilitación, subrayando su compromiso con la educación y la implementación de programas de apoyo dentro de la prisión. “Han cumplido 34 años de condena y han dedicado su tiempo a educarse y a ayudar en la rehabilitación de otros reclusos”, afirmó el fiscal.

Este caso, que en su momento capturó la atención mediática en Estados Unidos, ha cobrado relevancia nuevamente debido a un documental y una serie en Netflix, que exploran la historia de los hermanos y el trasfondo de abuso que, según su defensa, los llevó a cometer el crimen. A pesar de las acusaciones de los fiscales de que los hermanos actuaron con la intención de obtener la herencia millonaria de sus padres, la defensa siempre ha sostenido que Lyle y Erik fueron víctimas de abuso continuo y reaccionaron después de años de sufrimiento.

En 1993, el primer juicio fue transmitido en vivo y no logró un veredicto unánime; sin embargo, en 1996, un segundo juicio concluyó con una sentencia de cadena perpetua, sin que se permitiera examinar las alegaciones de abuso sexual. Ahora, la posibilidad de una liberación parece tangible, y tanto la audiencia pública como el ámbito judicial se encuentran atentos al desarrollo de estas audiencias, que podrían marcar un giro en uno de los casos más polémicos de la historia judicial estadounidense.