Margareth Chacón condenada por el asesinato del fiscal Marcelo Pecci en Colombia

Margareth Chacón condenada por el asesinato del fiscal Marcelo Pecci en Colombia

En un desarrollo significativo del caso del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, la justicia colombiana emitió un fallo condenatorio este lunes, 15 de enero de 2024. Margareth Chacón Zúñiga, una barranquillera de 42 años, fue hallada culpable de los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. La condena se produce en relación con su  participación en el crimen ocurrido el 10 de mayo de 2022, en Isla Barú, Cartagena.

Chacón Zúñiga, extraditada a Colombia desde El Salvador en enero de 2023, fue señalada de prestar su camioneta para planificar el asesinato de Pecci. Según la Fiscalía, también estuvo presente en reuniones celebradas entre el 5 y 8 de mayo de 2022, en Medellín y Cartagena, donde se definió y concretó el plan criminal junto a los hermanos Pérez Hoyos.

La jueza penal del Circuito con función de conocimiento de Cartagena profirió el fallo condenatorio, aunque se espera una audiencia adicional para determinar la duración de la condena y presentar los argumentos completos.

Margareth Chacón es la pareja de Andrés Felipe Pérez Hoyos, acusado, junto a su hermano Ramón Pérez, de planear el asesinato y contratar a los autores materiales. Chacón, en entrevistas anteriores, ha sostenido que estaba en Cartagena para un «plan romántico» con su esposo y celebrar el Día de la Madre.

En cuanto a la posible pena, el fiscal Mario Burgos indicó que Chacón podría enfrentar hasta 514 meses de prisión, equivalente a 42 años y siete meses. La acusada, quien ha mantenido su inocencia desde el inicio del proceso, insistió en la falta de pruebas en su contra durante su intervención.

Varios implicados en el crimen, incluidos Wendre Still Scott (sicario ejecutor), Marisol Londoño, Cristian Camilo Monsalve, y Eiverson Adrián Zabaleta, ya han recibido condenas. Los hermanos Ramón y Andrés Pérez Hoyos admitieron su participación en el financiamiento del crimen, mientras que Francisco Luis Correa confesó su implicación en la planificación y logística del asesinato.