Marruecos Rechaza Ayuda Humanitaria de Varios Países Tras Devastador Terremoto

Marruecos Rechaza Ayuda Humanitaria de Varios Países Tras Devastador Terremoto

Marruecos se encuentra sumido en una tragedia sin precedentes después de que un devastador terremoto de 6,8 grados en la escala de Richter sacudiera el país el pasado 8 de septiembre. El sismo ha dejado una devastación abrumadora, con un saldo de 2.681 muertos (2.530 de ellos sepultados) y 2.501 heridos, cifras que continúan aumentando a medida que las horas transcurren. Ciudades como Tafeghaghte, Moulay Brahim y Al Hauz quedaron prácticamente destruidas, mientras que lugares como Marrakech, la capital Rabat y zonas costeras como Casablanca y Essaouira sufrieron graves daños.

El impacto del terremoto también se sintió en Argelia, el país vecino, aunque sus autoridades descartaron daños o víctimas. En un gesto de solidaridad, Argelia abrió su espacio aéreo, que había estado cerrado para vuelos con Marruecos durante dos años, para permitir la llegada de aviones con ayuda humanitaria destinada a las víctimas del terremoto.

España, que comparte una frontera problemática con Marruecos a través de la valla de Melilla, fue uno de los primeros países en ofrecer ayuda. En un esfuerzo por brindar apoyo a Marruecos en estos momentos críticos, España envió casi 80 miembros de las unidades Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (ERICAM) y la Militar de Emergencias (UME), así como ocho perros rescatistas, a las zonas más afectadas por el terremoto.

Sin embargo, la comunidad internacional se ha volcado para ofrecer su ayuda a Marruecos, con más de diez países expresando su intención de enviar equipos de rescate y suministros esenciales. Sorprendentemente, el gobierno marroquí ha rechazado la mayoría de estas ofertas, limitándose a aceptar la ayuda de España, Reino Unido, Qatar y Emiratos Árabes, estos dos últimos siendo aliados clave de la familia real marroquí.

El Ministerio del Interior de Marruecos ha justificado su decisión, afirmando que se basa en una «evaluación precisa» de las necesidades después del terremoto. Sin embargo, no descartan solicitar ayuda adicional de otros países si se considera necesaria a medida que avancen las operaciones de rescate.

Lo más llamativo ha sido el rechazo de la ayuda ofrecida por Francia, un país con el que Marruecos mantiene estrechos lazos históricos, sociales y políticos. Muchos ciudadanos franceses tienen raíces marroquíes y el francés es uno de los idiomas más hablados en Marruecos. Aunque no ha sido confirmado, se ha especulado que el rey Mohamed VI estaba en París en el momento del terremoto.

El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó la disposición de su país para colaborar y destacó el profundo vínculo entre Francia y Marruecos. Sin embargo, el rechazo a la ayuda francesa va más allá de la tragedia actual y está relacionado con un escándalo de espionaje conocido como el «Caso Pegasus». En 2021, se reveló que los teléfonos personales de Macron, su primer ministro y 14 miembros de su gobierno fueron espiados por un software israelí utilizado por los servicios de seguridad marroquíes.

Esta crisis bilateral se agravó aún más cuando Marruecos dejó de aceptar la deportación de inmigrantes irregulares que Francia quería expulsar del país, lo que llevó a Macron a reducir a la mitad los visados Schengen expedidos tanto a marroquíes como a argelinos en 2021. España también se vio involucrada en este escándalo, lo que hace que sea particularmente significativo que Marruecos haya aceptado primero la ayuda española antes que la francesa.

La distancia entre Marruecos y Francia, a pesar de su historia compartida, ha impedido que Francia brinde su apoyo en uno de los momentos más difíciles de la historia de Marruecos.