
REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | junio 12, 2025Audio generado por AI para Panamá en Directo
Panamá en Directo | Mulino responde con firmeza a la Embajada de E.U. tras anuncio sobre torres de Huawei
En un mensaje cargado de firmeza, el presidente José Raúl Mulino alzó la voz este jueves 12 de junio para marcar distancia con la Embajada de Estados Unidos en Panamá, tras la sorpresiva remoción de torres de telecomunicaciones de la empresa china Huawei. La medida, anunciada directamente por la legación diplomática estadounidense un día antes, fue calificada por el mandatario como una acción “unilateral” y motivo de profundo malestar.
En conferencia de prensa, Mulino fue categórico: pidió a la Embajada abstenerse de emitir pronunciamientos sobre decisiones que son competencia exclusiva del gobierno panameño.
La controversia se desató luego de que Estados Unidos informara sobre la remoción de torres de Huawei en 13 puntos del país, acción que vendría acompañada de una inversión de 8 millones de dólares para la instalación de siete nuevas estructuras en cuatro provincias panameñas. Mulino, sin rodeos, afirmó que él mismo supervisaría esa instalación, pero dejó en claro que Panamá no aceptará imposiciones externas.
“Peleen sus problemas en Washington o en Pekín, pero no en el patio panameño”, sentenció, en alusión directa a la creciente rivalidad entre las dos superpotencias. La frase resonó como un llamado a mantener al país al margen de la disputa geopolítica que se libra entre Estados Unidos y China, en especial cuando ambas naciones intentan ganar influencia en la región.
Desde su llegada al país, el embajador Kevin Marino Cabrera ha replicado con insistencia el discurso de su presidente, Donald Trump, advirtiendo sobre una supuesta “influencia maligna” de China, incluso en temas sensibles como las operaciones del Canal de Panamá. La eliminación de las torres fue presentada precisamente bajo ese argumento.
Mulino, sin embargo, calificó esa etiqueta como una “falsedad”. Aunque Panamá ha dado señales de cautela respecto a su relación con China —como el distanciamiento del proyecto de la Ruta de la Seda y la suspensión de encuentros de alto nivel— el gobierno no ha dejado de insistir en su derecho a decidir su política exterior sin interferencias.
Con esta declaración, el presidente busca marcar un límite. En su visión, la defensa de la soberanía no está sujeta a alineamientos automáticos ni a presiones diplomáticas. El mensaje, claro y directo, parece estar dirigido no solo a Washington, sino también a todos los actores internacionales: Panamá no está en venta, ni dispuesto a ceder su autodeterminación.