
REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | abril 5, 2025Audio generado por AI para Panamá en Directo
Panamá en Directo | Mulino se reúne con ministros y diputados en Penonomé tras aprobación de reformas
En medio de un clima político marcado por la controversia en torno a la reforma a la Caja del Seguro Social (CSS), el presidente de la República, José Raúl Mulino, reunió este sábado a un nutrido grupo de diputados y altos funcionarios del Estado en un almuerzo celebrado en el exclusivo club campestre El Bramadero. El evento, de carácter aparentemente social, ha desatado críticas por su opacidad y el contexto en que se produce.
Aunque no estuvieron presentes todos los 48 diputados que votaron a favor del proyecto, sí acudieron figuras relevantes como Aláin Cedeño, Luis Eduardo Camacho, Shirley Castañeda, la presidenta de la Asamblea, Dana Castañeda, y Sergio «Chello» Gálvez, todos miembros del partido oficialista Realizando Metas (RM). También figuraban diputados de la bancada independiente Vamos, como Betserai Richards, Jhonathan Vega, Manuel Samaniego, Augusto “Tuto” Palacios, Carlos Saldaña, Jorge Bloise y Manuel Cheng. A ellos se sumaron José Luis “Popi” Varela, del Partido Panameñista; José Pérez Barboni, del Movimiento Otro Camino (MOCA); y por Cambio Democrático, Manuel Cohen, Nelson Jackson y Orlando Carrasquilla.
La reunión no fue solo entre legisladores. El almuerzo también congregó a varios miembros del gabinete y del círculo cercano del presidente Mulino: el contralor general Anel “Bolo” Flores; el ministro de Asuntos del Canal, José Ramón Icaza Clément; el director de la CSS, Dino Mon; la ministra de Educación, Lucy Molinar; y el ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, entre otros altos cargos.
Algunos asistentes han calificado el evento como un simple “convivio”, una expresión de agradecimiento del presidente hacia los legisladores. Así lo expresó el diputado Luis Eduardo Camacho, quien rechazó las acusaciones de que este tipo de encuentros pongan en duda la independencia del poder legislativo. “Decir eso es una ignorancia”, sentenció. “Uno puede tener un almuerzo con funcionarios sin comprometer su voto”.
Mientras se desarrollaba el almuerzo en la apacible barriada El Encanto, un grupo de manifestantes del Sindicato Único de Trabajadores se congregó en las inmediaciones del lugar. Con banderas, pancartas y consignas, expresaron su descontento con la reforma a la CSS y denunciaron lo que consideran una alianza peligrosa entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Por su parte Alexandra Brenes, del movimiento Vamos, cuestionó la conveniencia y el simbolismo del evento. “El presidente tiene todo el derecho de invitar a quien quiera, pero ese tipo de invitaciones generan controversias innecesarias”, dijo en un mensaje en sus redes sociales. Para ella, un gesto de gratitud debería canalizarse por vías institucionales y no mediante reuniones privadas que, por su naturaleza cerrada, despiertan sospechas.
En respuesta, la presidenta de la Asamblea, Dana Castañeda, defendió la reunión afirmando que fue un acto de cortesía por parte del presidente Mulino. “Se quiere satanizar una deferencia”, sostuvo. Y aseguró que seguirá aceptando invitaciones similares si benefician a su circuito con nuevas políticas públicas.
Mientras tanto, la opinión pública sigue observando con atención. Lo que para algunos fue un gesto de camaradería institucional, para otros es una señal de preocupante cercanía entre los poderes del Estado. Y en el fondo, persiste la pregunta: ¿cuánto se negocia entre platos en un país donde la transparencia aún es una deuda pendiente?