
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido una declaración de alta relevancia técnica y profesional, confirmando la pérdida del estatus de región libre de transmisión endémica del sarampión en las Américas. Este anuncio, aunque representa un retroceso, subraya la naturaleza dinámica de los logros en salud pública y la necesidad imperante de reforzar la vigilancia y las estrategias de inmunización.
Definición y Criterios de Pérdida del Estatus
La designación de «Región Libre de Sarampión» se obtuvo en 2016. Este logro se basó en el criterio de eliminación, que requiere la ausencia de casos de sarampión autóctonos (transmisión endémica) durante un período de al menos 12 meses en toda la región.
El estatus se pierde técnicamente cuando se comprueba el restablecimiento de la transmisión endémica en un país, lo que ocurre si la cadena de contagio de un mismo genotipo viral se mantiene activa por más de 12 meses consecutivos. En términos sencillos, ya no se trata solo de casos importados esporádicos, sino de que el virus ha encontrado poblaciones susceptibles y está circulando persistentemente dentro de la región.
El País que Ocasionó el Cambio de Estatus
El país que motivó la reciente pérdida del estatus de eliminación regional ha sido Canadá.
Canadá perdió su certificación individual de país libre de sarampión debido a un brote persistente que se ha extendido por más de un año, principalmente en comunidades con coberturas de vacunación bajas. La persistencia de la circulación del virus por encima del umbral de 12 meses indicó el restablecimiento de la transmisión endémica en su territorio, lo que automáticamente revierte el estatus regional colectivo.
Importancia para la Salud Pública Regional
Esta declaración es de máxima importancia para la salud pública por varias razones:
- Indicador de vulnerabilidad: La pérdida del estatus funciona como una alerta epidemiológica regional. Demuestra que las brechas de inmunidad, causadas por la disminución de las coberturas de vacunación (idealmente 95% o más en todas las comunidades), han permitido que uno de los virus más contagiosos del mundo se propague nuevamente.
- Riesgo de reemergencia: El sarampión puede causar complicaciones graves como neumonía, encefalitis e incluso la muerte, especialmente en niños malnutridos y menores de cinco años. La reemergencia del virus pone en riesgo a millones de niños y adultos susceptibles.
- Compromiso político: Exige a los gobiernos redoblar los esfuerzos de vacunación, fortalecer la vigilancia epidemiológica activa y garantizar una respuesta rápida a brotes para interrumpir la transmisión.
Impacto Potencial en la Salud Pública de Panamá
Para Panamá, la declaración aumenta significativamente el riesgo de casos importados y brotes subsiguientes.
- Vigilancia aumentada: El Ministerio de Salud (MINSA) debe intensificar la vigilancia en puntos de entrada y centros de salud, prestando especial atención a viajeros internacionales y poblaciones migrantes que puedan provenir de áreas con transmisión activa (como Canadá, México o EE. UU., donde se concentra la mayoría de los casos recientes).
- Fortalecimiento del PAI: Aunque Panamá históricamente ha mantenido una buena cobertura de vacunación (con la última reportada cerca del 97%), la prioridad se centra en cerrar cualquier brecha de inmunidad en subgrupos o áreas geográficas específicas que hayan quedado rezagadas para evitar que un caso importado se convierta en una cadena de transmisión autóctona.
Casos de sarampión en Panamá (Autóctonos e importados)
Panamá ha sido históricamente un ejemplo de éxito en la eliminación del sarampión:
- Último caso autóctono: Se registró en 1995. Esto significa que Panamá ha mantenido el estatus de país libre de sarampión por transmisión endémica por casi 30 años.
- Casos Importados: El país ha tenido casos esporádicos vinculados a viajes. Por ejemplo, en 2011, se registró un brote de cuatro casos importados que fue controlado rápidamente gracias a la efectiva vigilancia y respuesta.
A pesar de la pérdida del estatus regional, Panamá mantiene su estatus individual libre de sarampión, un logro que debe ser protegido mediante la vacunación continua y la capacidad de respuesta rápida.
Las recomendaciones para recuperar el estatus regional se centran en tres pilares para contener la amenaza del sarampión:
1. Refuerzo de la cobertura de vacunación (prevención)
Este es el pilar más importante. La OPS insta a los países a:
- Meta de Cobertura (95%): Fortalecer la microplanificación de los servicios de vacunación de rutina para alcanzar y mantener coberturas de inmunización de al menos el 95% con las dos dosis de la vacuna contra el sarampión (generalmente aplicada como SRP/MMR) en todos los municipios y distritos, especialmente en el grupo de edad infantil.
- Nota para Panamá: El esquema incluye la primera dosis entre los 12 y 15 meses, y la segunda dosis a los 18 meses (o entre los 4 y 6 años, dependiendo de la política local, asegurando un mínimo de 28 días de separación).
- Cierre de brechas (Recuperación de esquemas): Realizar campañas de seguimiento (como las que ha realizado Panamá) para recuperar a los niños con esquemas incompletos o ausentes. Estas campañas deben ser de alta calidad y dirigirse a poblaciones de difícil acceso o marginadas.
- Vacunación a viajeros y grupos específicos:
- Ofrecer la vacuna a viajeros internacionales (incluyendo niños de 6 a 11 meses de edad como medida excepcional) al menos 10 días antes de visitar zonas con transmisión activa.
- Vacunar a grupos de alto riesgo de transmisión rápida, como estudiantes universitarios, personal militar y trabajadores de la salud, que no tengan evidencia de inmunidad.
- Reserva estratégica: Mantener una reserva adecuada de dosis de la vacuna SR o SRP, jeringas e insumos para garantizar la capacidad de respuesta inmediata ante un caso importado.
2. Fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica
Un sistema de vigilancia sensible permite la detección temprana y la contención rápida:
- Detección oportuna: La investigación de todos los casos sospechosos (casos con fiebre, erupción cutánea y uno o más de los siguientes: tos, coriza o conjuntivitis) debe llevarse a cabo dentro de las 48 horas siguientes a la aparición de la erupción cutánea.
- Vigilancia de indicadores: Monitorear mensualmente indicadores clave, como el porcentaje de casos investigados a tiempo y el porcentaje de muestras de laboratorio recolectadas.
- Laboratorio: Asegurar que los laboratorios nacionales (como el Instituto Gorgas en Panamá) tengan la capacidad de realizar las pruebas diagnósticas confirmatorias y de genotipificación (para identificar el origen del virus) con rapidez y precisión.
- Notificación privada: Garantizar la cooperación y notificación oportuna de casos sospechosos por parte de la comunidad médica privada.
3. Respuesta rápida a brotes (Contención)
Si se detecta un caso, la acción debe ser inmediata:
- Investigación y rastreo: Realizar una investigación detallada para descartar la exposición local (descartar la transmisión autóctona) e identificar y hacer seguimiento a todos los contactos del caso.
- Vacunación de anillo: Si se confirma un caso, ejecutar una vacunación de emergencia alrededor del caso (vacunación de perifoco o anillo) para inmunizar a todas las personas susceptibles en el área de posible exposición y cortar la cadena de transmisión.
- Aislamiento y manejo: Implementar planes de respuesta rápida que incluyan la capacitación de equipos, el uso de salas de situación y el aislamiento hospitalario adecuado para los casos confirmados.
- Comunicación del riesgo: La OPS enfatiza la necesidad de combatir la desinformación (infodemia) mediante una comunicación clara y transparente con las comunidades para fomentar la confianza en las vacunas.
Estas recomendaciones son la hoja de ruta que el Ministerio de Salud (MINSA) y el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) de Panamá utilizan para salvaguardar el estatus de eliminación que el país ha mantenido desde 1995.
Conclusión
La pérdida del estatus de eliminación del sarampión en las Américas es un llamado de atención crítico que evidencia cómo la complacencia y la disminución de la cobertura vacunal crean un ambiente propicio para la reemergencia de enfermedades prevenibles. El caso de Canadá subraya que la eliminación no es un punto final, sino un estado de vigilancia y acción sostenida.
Para recuperar este logro colectivo, es imprescindible que todos los países de la región, incluido Panamá con su sólida trayectoria, reafirmen su compromiso político y técnico, asegurando que la cobertura de la vacuna SRP (Sarampión, Rubéola y Parotiditis) alcance y mantenga el umbral de 95% en cada comunidad. Solo con una inmunización robusta y una vigilancia epidemiológica de alta calidad se podrá interrumpir la transmisión y restaurar la certificación de región libre de sarampión.
*Médico epidemiólogo. Jefe del Programa de salud de adultos MINSA. Director Médico MiniMed Corp.









