Rusia acusa a EE. UU. de escalar la guerra en Ucrania y lanza nuevas amenazas

El Kremlin ha intensificado sus críticas hacia Estados Unidos, acusándolo de implementar estrategias que, según Moscú, buscan prolongar la guerra en Ucrania. Esta declaración surge después de que Washington anunciara el suministro de armas adicionales a Kiev, incluyendo minas antipersona y misiles balísticos de largo alcance, desafiando las advertencias previas de Rusia.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó las acciones estadounidenses como un intento deliberado de extender el conflicto, subrayando que su país responderá de manera adecuada si estas armas son utilizadas contra territorio ruso. La tensión escaló aún más cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto que amplía los escenarios en los cuales Rusia podría recurrir al uso de armas nucleares, incluyendo enfrentamientos indirectos con potencias nucleares como Estados Unidos.

Entre los envíos aprobados por Washington destacan minas antipersona equipadas con sistemas de autodestrucción, un gesto que busca reducir el impacto a largo plazo en la población civil. Sin embargo, la medida ha sido duramente criticada por organizaciones internacionales como la Campaña para la Prohibición de Minas Antipersona, que tildó la decisión de «terrible» y pidió a Ucrania rechazar este tipo de armamento.

Por otro lado, el uso reciente de misiles ATACMS por parte de Ucrania ha provocado nuevas amenazas por parte de Rusia, que prometió respuestas “contundentes” ante lo que considera una escalada directa en el conflicto.

Mientras tanto, el ejército ruso reportó avances en el frente este, reclamando el control de una nueva localidad cercana a Kurajove. Kiev y Járkov sufrieron ataques con drones y misiles, aunque no se registraron daños graves. En respuesta, la embajada estadounidense en Ucrania emitió una alerta por posibles bombardeos masivos en los próximos días.

A nivel internacional, países como China han instado a las partes a mantener la calma, mientras que aliados de Ucrania, como la Unión Europea y el Reino Unido, han denunciado las declaraciones de Moscú como “irresponsables”. A pesar de ello, Kiev insiste en la necesidad de mantener el apoyo militar occidental para resistir los embates rusos.