Rusia se propone reinventar la industria del gaming: Inspirados en Tetris

Rusia se propone reinventar la industria del gaming: Inspirados en Tetris

En medio de tensiones geopolíticas y sanciones internacionales, Rusia, liderada por Vladímir Putin, se embarca en un ambicioso proyecto para revolucionar la industria del gaming. Inspirados en el éxito mundial de Tetris, el icónico juego de puzzle desarrollado en la Unión Soviética, el país euroasiático busca recrear los años de gloria de la década de 1980, pero esta vez con un enfoque más ambicioso.

En respuesta a las sanciones impuestas por naciones occidentales tras la invasión de Ucrania en 2022, Putin ha expresado su visión de que Rusia desarrolle su propio hardware, software y servicios en línea centrados en la industria del gaming. Aunque gigantes de la industria como Nintendo y PlayStation suspendieron el envío de sus productos a Rusia, empresas como Riot Games continúan operando en el país.

Según informes del periódico ruso Kommersant, líderes locales junto con la Organización para el Desarrollo de la Industria de los Videojuegos han trazado un plan para consolidar la fabricación de consolas domésticas y portátiles, el desarrollo de títulos y la creación de servicios en línea para entregas multijugador y en la nube. Se espera que este plan esté listo para su presentación en junio de 2024 y se ejecute para 2026 o 2027.

El proyecto no es ajeno a Rusia, que cuenta con un éxito previo en la industria del gaming gracias a Tetris, el juego de puzzle lanzado en 1984. Tetris se convirtió en un fenómeno global y sigue siendo uno de los juegos más vendidos de la historia, con más de 520 millones de copias contabilizadas hasta 2023. Su influencia incluso trascendió el mundo de los videojuegos, dando lugar a una película del mismo nombre distribuida por Apple TV.

Aunque el objetivo no es competir con empresas como Nintendo, Sony o Microsoft, el proyecto liderado por Putin busca crear un ecosistema de gaming nativo ruso que satisfaga las necesidades del público y reduzca la dependencia de productos extranjeros. Este enfoque refleja la ambición de Rusia por reforzar su soberanía tecnológica y económica en un momento de crecientes tensiones internacionales.