Sancionados más de 500 comercios por no adoptar la facturación electrónica

Sancionados más de 500 comercios por no adoptar la facturación electrónica

Más de 500 comercios a nivel nacional han recibido sanciones por no acatar la Ley de facturación electrónica. Se espera que cuatro de ellos enfrenten al cierre. La DGI  ha decidido tomar medidas contundentes para promover la adopción de la facturación electrónica en Panamá, en aras de combatir la evasión fiscal y asegurar la transparencia en el país.

Entre los años 2022 y 2023, la DGI ha impuesto sanciones que suman más de $500,000. Desde multas que van desde los $500.00 hasta montos de $25,000.

Para el sector empresarial, la transición hacia la facturación electrónica ha resultado ser un camino lleno de altibajos. Aunque muchos han logrado adaptarse exitosamente, hay quienes opinan que se necesita una mayor capacitación.  Adolfo Fábrega, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), reconoce los beneficios de la facturación electrónica y aplaude la eficiencia mostrada por las empresas que ya la han adoptado. Sin embargo, considera que es crucial brindar más capacitación y conocimiento para maximizar su impacto positivo.

Pero las voces críticas también se hacen escuchar. Roberto Pineda, ex presidente y miembro de la Unión Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas (UNPYME), admite que la transición ha sido relativamente suave, pero resalta la necesidad de capacitar a las micro, pequeñas y medianas empresas de manera exhaustiva. Para él, el proceso de aprendizaje es esencial para evitar ser víctimas de las sanciones implacables de la DGI.

Martha Luna, abogada tributaria, asegura que Panamá está quedando rezagado en la implementación de la factura electrónica en comparación con el resto del mundo. Luna critica que mientras la mayoría de los países ya han adoptado este sistema, en Panamá todavía se arrastran las viejas prácticas de las cajas registradoras, propiciando la doble contabilidad y eludir así el pago justo de impuestos. Para Luna, la factura electrónica es un paso adelante hacia la equidad fiscal y la erradicación de la opacidad en las transacciones.

A pesar de las dificultades, la DGI informó que más de 40,000 contribuyentes han migrado voluntariamente al nuevo sistema de facturación electrónica y continúan impartiendo capacitaciones a nivel nacional para asegurar que todos estén al tanto de las exigencias y beneficios de la facturación electrónica.