Las tensiones aumentaron drásticamente este lunes con el lanzamiento de misiles balísticos iraníes contra el norte y centro de Israel, lo que activó sirenas en varias ciudades.

El conflicto entre Irán e Israel, ahora con Estados Unidos como actor beligerante, parece encaminado a una peligrosa escalada regional cuyas consecuencias aún son difíciles de prever.

Mientras tanto, la incertidumbre internacional crece ante la posibilidad de una escalada regional.

Teherán advirtió de “consecuencias duraderas” y aseguró que su reacción será decidida por las Fuerzas Armadas,

“La orden que recibimos de nuestro comandante en jefe fue clara: debíamos eliminar esa capacidad antes de que fuera demasiado tarde”, dijo Hegseth.

El canciller indicó que Irán no tiene claro “cuánto margen queda para la diplomacia” tras lo que describió como el cruce de una “línea roja”.

Teherán ha calificado la operación como un “asalto salvaje” y prometió responder en el momento y lugar que considere adecuado, elevando los temores de una escalada bélica de mayores proporciones.

El anuncio de la Casa Blanca deja abierta la puerta a una posible intervención militar estadounidense,

“Lo que estamos viendo ahora mismo… no es consistente con la democracia estadounidense”, afirmó el expresidente Obama.

El vicecanciller iraní, Majid Takht-Ravanchi, advirtió que cualquier participación militar de EE.UU. será respondida con contundencia: “Actuaremos en defensa propia. Eso es claro y sencillo”.