Panamá ha estado bajo escrutinio internacional desde el escándalo de los «Panama Papers» en 2016, que reveló el uso de sociedades offshore para la evasión de impuestos y lavado de dinero a través de firmas legales panameñas. A raíz de estas revelaciones, el país fue incluido en varias listas de paraísos fiscales, lo que ha afectado su imagen a nivel global.