REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | agosto 11, 2024Tensión en Venezuela: González Urrutia y Machado, bajo amenaza judicial tras elecciones
En medio de un clima de creciente tensión política en Venezuela, las figuras opositoras Edmundo González Urrutia y María Corina Machado se han convertido en el centro de una intensificada persecución judicial, tras las recientes elecciones presidenciales. Las acciones dirigidas contra ambos líderes han suscitado preocupación tanto dentro como fuera del país, aumentando las dudas sobre la integridad del proceso democrático venezolano.
González Urrutia, quien fue candidato en las elecciones presidenciales y afirma que los resultados le fueron favorables, ha sido blanco de acusaciones graves por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Entre los cargos que enfrenta se encuentran “incitación a la violencia” y “conspiración contra el orden público”, señalamientos que han sido impulsados por figuras prominentes del chavismo. Además, en una escalada de las acusaciones, se le ha vinculado con la muerte de sacerdotes salvadoreños durante la guerra civil en El Salvador en 1989, un hecho que ha sido utilizado para desacreditar su imagen.
Por otro lado, María Corina Machado, líder de la oposición y crítica feroz del régimen de Maduro, también está bajo el escrutinio judicial. La Fiscalía ha iniciado una investigación que la asocia con presuntos actos de “subversión” y “desestabilización del estado”, acusaciones que Machado rechaza rotundamente. Ha señalado que el gobierno utiliza el sistema judicial como herramienta de represión política, lo que ha llevado a la comunidad internacional a expresar su preocupación por la situación en Venezuela.
Uno de los momentos clave que intensificó la persecución fue el 5 de agosto, cuando tanto Machado como González Urrutia instaron a las fuerzas armadas y a la policía a desobedecer las órdenes del gobierno de Maduro, acusándolo de reprimir a los opositores y de manipular los resultados electorales. En respuesta, el fiscal general Tarek William Saab ordenó la apertura de una investigación penal contra ambos por “instigación a la insurrección” y otros delitos potenciales.
La campaña de acoso contra González Urrutia se intensificó aún más el 2 de agosto, cuando la sede de su comando de campaña en la quinta Bejucal fue objeto de vandalismo y un presunto allanamiento ilegal. La oposición ha acusado a agentes de inteligencia del Estado de estar detrás de estos hechos. Al día siguiente, Nicolás Maduro lanzó una advertencia directa a González Urrutia, advirtiendo que enfrentará «graves consecuencias» si no se presenta ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para reconocer los resultados oficiales de las elecciones.
Maduro, en una amenaza velada, señaló que todo lo que González Urrutia declare será usado en su contra, insinuando que el exembajador podría enfrentarse a serias repercusiones legales por su postura desafiante.
La comunidad internacional no ha permanecido en silencio ante estos eventos. Francisco Mora, embajador de Estados Unidos ante la OEA, advirtió que cualquier intento de encarcelar a María Corina Machado o a González Urrutia activaría una fuerte reacción global contra el gobierno de Maduro. Mora subrayó que tal medida fracturaría el ya debilitado apoyo internacional al régimen chavista.
Por su parte, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, expresó su preocupación por la seguridad de Machado, quien se ha refugiado en un lugar seguro tras recibir amenazas de cárcel. En un comunicado, Blinken condenó la violencia y la represión política en Venezuela y reiteró el apoyo de Estados Unidos a los líderes opositores, instando a Maduro a respetar los derechos humanos y garantizar el debido proceso legal.
Este ambiente de represión y amenazas pone en riesgo no solo la estabilidad política de Venezuela, sino también la seguridad de aquellos que se atreven a alzar la voz contra el régimen. La situación sigue siendo tensa, con la comunidad internacional vigilante y la oposición bajo una presión sin precedentes.