Vice Media se declara en bancarrota mientras enfrenta los desafíos de la industria de la publicación digital

Vice Media se declara en bancarrota mientras enfrenta los desafíos de la industria de la publicación digital

Vice Media presentó una solicitud de bancarrota hoy lunes, poniendo fin a una larga caída desde ser un querido de los nuevos medios hasta convertirse en una historia ejemplar de los problemas que enfrenta la industria de la publicación digital. La bancarrota no interrumpirá las operaciones diarias de los negocios de Vice, que además de su sitio web principal incluyen la agencia de publicidad Virtue, la división de Pulse Films y Refinery29, un sitio centrado en mujeres adquirido por Vice en 2019. Un grupo de prestamistas de Vice , que incluye a Fortress Investment Group y Soros Fund Management, está en posición líder para adquirir la compañía tras la bancarrota. El grupo ha presentado una oferta de $225 millones, que sería cubierta por los préstamos existentes a la compañía. También asumiría «pasivos significativos» de Vice después de cerrar cualquier acuerdo. Luego se seguirá un proceso de venta. Los prestamistas han asegurado un préstamo de $20 millones para continuar operando Vice y luego, si no surge una mejor oferta, el grupo que incluye a Fortress y Soros adquirirá Vice.

Sin embargo, los sueños que los ejecutivos de Vice alguna vez tuvieron de salir a bolsa o venderse a una valuación sorprendente se han desvanecido. En un momento, se consideraba que la compañía valía $5.7 mil millones. Las inversiones de titanes de los medios como Disney e inversores financieros astutos como TPG, que gastaron cientos de millones de dólares, se volverán inútiles con la bancarrota, consolidando el estatus de Vice entre las apuestas más desafortunadas de la industria de los medios. Al igual que algunos de sus competidores en la industria de los medios digitales, incluyendo BuzzFeed y Vox Media, Vice y sus inversores apostaron mucho por el creciente poder de las redes sociales como Facebook e Instagram, anticipando que atraerían a una gran cantidad de lectores jóvenes y en ascenso que los anunciantes anhelaban. Aunque los lectores llegaron en millones, las compañías de nuevos medios tuvieron problemas para obtener ganancias de ellos y la mayor parte de los dólares publicitarios digitales fueron a parar a las principales plataformas tecnológicas. El mes pasado, BuzzFeed cerró su división de noticias galardonada con el Premio Pulitzer después de salir a bolsa a una fracción de su valuación anterior, y Vox Media recaudó dinero este año a aproximadamente la mitad de su valuación en 2015. «Definitivamente hay similitudes en las dificultades que han enfrentado las organizaciones de medios y Vice no es una excepción», dijo S. Mitra Kalita, fundadora y editora de Epicenter-NYC, una compañía de periodismo comunitario con sede en Queens. «Ahora sabemos que una marca ligada únicamente a las redes sociales para su crecimiento y audiencia no es sostenible».

Los registros de bancarrota presentados el lunes muestran que Vice está compuesta por una red de empresas asociadas a sus diversos negocios, incluyendo Pulse Films y Carrot Creative, una agencia de publicidad. Los documentos indican que Vice tiene una deuda pendiente de $834 millones, superando la cantidad por la cual recientemente estaba en conversaciones para venderse.

También revelan que Vice debe millones de dólares a algunos de sus mayores socios comerciales. La compañía dijo que debe casi $10 millones a Wipro, una empresa de tecnología de la información. Según los documentos, Justin Stefano, uno de los cofundadores de Refinery29, tiene un crédito de más de $500,000. Además, Davis Wright Tremaine, un bufete de abogados que ha representado a Vice, tiene una reclamación de más de $300,000.

La presentación de la bancarrota brindará cierto alivio a la empresa ante su abrumadora carga de deudas, mientras que sus prestamistas, incluyendo Fortress, buscan salvar sus inversiones. En 2019, Vice Media obtuvo un préstamo de $250 millones de Fortress y Soros Fund Management mientras luchaba por obtener ganancias. Ha estado en incumplimiento de ese préstamo durante meses.

«Es el prestamista quien llega y dice: ‘He dejado de financiar las pérdidas, si voy a financiar las pérdidas, voy a tomar el control de la empresa'», dijo Eric Snyder, presidente de bancarrota en el bufete de abogados Wilk Auslander. «No es inusual que el prestamista llegue y le diga al deudor, al prestatario: ‘Vas a presentar esto en bancarrota, vas a presentar una moción de venta, nosotros haremos una primera oferta'».

Fortress ve un papel continuo en Vice para Shane Smith, el audaz cofundador que se hizo sinónimo del periodismo gonzo de la compañía en lugares exóticos y supervisó una cultura transgresora que estuvo plagada de acusaciones de acoso sexual, según una persona familiarizada con el asunto. Hozefa Lokhandwala y Bruce Dixon, co-directores ejecutivos de Vice, también se mantendrán en sus puestos.

Según los términos del préstamo de bancarrota de Vice, la empresa tiene 55 días para completar una venta. En documentos presentados ante el tribunal de bancarrota, Vice afirmó que el cronograma de venta, aunque ajustado, es necesario «para posicionar mejor a la empresa para sobrevivir como una entidad en funcionamiento».

En un comunicado, Dixon y Lokhandwala dijeron que la venta en bancarrota finalmente «fortalecerá a la compañía». «Esperamos completar el proceso de venta en los próximos dos o tres meses y trazar un próximo capítulo saludable y exitoso en Vice«.

La bancarrota representa un momento de humildad para Vice, que hace una década parecía destinada a venderse por una suma impresionante o hacer su debut en los mercados públicos.