REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | diciembre 29, 2024Nueva York está sumida en un escándalo luego de la publicación de un video que muestra a varios funcionarios de prisiones golpeando brutalmente a un hombre esposado, quien falleció al día siguiente. Las imágenes, grabadas por cámaras corporales, documentan cómo Robert Brooks, un recluso de 43 años, fue sometido a una violencia extrema el pasado 9 de diciembre en el correccional estatal de Marcy, ubicado a más de 300 kilómetros de la ciudad de Nueva York.
En el video, que carece de audio porque las cámaras no estaban activadas durante el incidente, se observa a los agentes golpeando a Brooks en la cara y la ingle mientras permanecía esposado en una mesa de reconocimiento médico. Posteriormente, los oficiales le retiraron la camisa y los pantalones mientras él yacía inmóvil y ensangrentado en el suelo.
La publicación de las imágenes, realizada este viernes por la fiscal general del estado, Letitia James, ha desencadenado una ola de indignación pública. James calificó el contenido como «espeluznante y perturbador», instando a la audiencia a tomar precauciones antes de visualizarlo.
Una muerte que pudo evitarse
Brooks fue trasladado a un hospital tras el ataque, pero fue declarado muerto al día siguiente. Según informes preliminares de la autopsia, la causa de muerte fue «asfixia debido a la compresión del cuello». Sin embargo, aún se esperan los resultados finales del examen forense.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, expresó su consternación tras conocer los hechos. «Estoy indignada y horrorizada por estos videos que muestran una muerte sin sentido», afirmó. Hochul anunció que trece funcionarios de prisiones y una enfermera implicados en el caso serán despedidos.
Exigen justicia y transparencia
La familia de Brooks, representada por la abogada Elizabeth Mazur, ha denunciado la falta de humanidad mostrada por los agentes involucrados. «El trabajo de estos funcionarios era proteger a Robert, no ser responsables de su muerte», declaró Mazur. «Él merecía vivir, y quienes están bajo custodia también merecen saber que no serán víctimas de violencia en manos del personal penitenciario».
Por su parte, la directora ejecutiva de la Asociación Correccional de Nueva York, Jennifer Scaife, recordó que durante una visita de supervisión realizada hace dos años ya se habían documentado reportes de brutalidad y racismo generalizados en el correccional de Marcy. «Estas imágenes son repugnantes y espantosas, pero lamentablemente no nos sorprenden», afirmó.
Reacciones encontradas
Mientras que el sindicato de funcionarios de prisiones ha calificado el incidente como «incomprensible» y aseguró que no refleja el compromiso de la mayoría de sus miembros, organizaciones como la Sociedad de Ayuda Jurídica de Nueva York han exigido total transparencia en la investigación. Tina Luongo, abogada jefe de la entidad, calificó la agresión como una «grotesca muestra de inhumanidad».
El caso ha reavivado el debate sobre el uso de la fuerza en los centros penitenciarios y las condiciones de los reclusos en Estados Unidos. La investigación sigue en curso, y el público continúa exigiendo respuestas claras sobre esta tragedia que ha puesto nuevamente en el foco las prácticas de las prisiones estatales.