171 migrantes optan por el retorno voluntario mientras otros aseguran que sus países no estarán seguros

En la ciudad de Panamá se encuentra actualmente un grupo de 297 migrantes, provenientes de diversos países como Siria, Irán, Afganistán y China, entre otros, que se alojan en el hotel Decápolis. Este grupo, que llegó al país en el marco de un memorándum de entendimiento entre Panamá y Estados Unidos para la deportación y repatriación de ciudadanos extranjeros, está siendo protegido por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

El ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, explicó durante una conferencia de prensa que estos migrantes se encuentran bajo el estatus de “protegidos”. Según indicó, ya 171 de ellos han aceptado el retorno voluntario a sus países de origen y se preparan para abandonar Panamá tan pronto como la OIM les haga entrega de los boletos aéreos. Un ejemplo de este proceso es el de una ciudadana irlandesa que ya tomó un vuelo de regreso a su país.

Durante la visita a las instalaciones del hotel Decápolis, se observó a un grupo de migrantes portando un letrero en inglés que decía “We are not safe in our countries”, lo que evidencia la preocupación por su seguridad en sus lugares de origen. Aunque por cuestiones de protección estos migrantes no pueden circular libremente por las calles de la ciudad, el ministro Ábrego aseguró que están recibiendo atención médica, descartando, por ejemplo, que alguno haya sufrido una fractura o intentado quitarse la vida.

Además de la asistencia proporcionada por la OIM, los migrantes están recibiendo apoyo de la Agencia de las Naciones Unidas para la Atención de los Refugiados (ACNUR). El acuerdo vigente establece que, antes de proceder a la repatriación, se verificará que la integridad física de cada migrante no esté en riesgo ni sean objeto de persecución. En caso de detectarse alguna amenaza, se les brindará la opción de viajar a un tercer país.

El ministro también destacó que las autoridades de seguridad cuentan únicamente con información básica de los migrantes, como sus nombres y datos biométricos facilitados por Interpol, lo cual podría incluir antecedentes delictivos. Panamá, por su parte, no ha otorgado asilo político a este grupo, aunque aclaró que cualquier migrante interesado en solicitarlo podrá hacerlo y que su solicitud será procesada conforme a los procedimientos establecidos.

Por otro lado, se informó que aquellos migrantes que regresan a Panamá desde la frontera con Estados Unidos, vía Centroamérica, serán trasladados al puesto asistencial de San Vicente en Darién. Allí, permanecerán hasta que se concrete su repatriación o, en caso de ser necesario, hasta que decidan solicitar el apoyo de la OIM o ACNUR. Algunos migrantes optan también por el retorno voluntario hacia Colombia a través del mar, partiendo desde Puerto Obaldía y otros puntos de la comarca Guna Yala, con solo presentar su pasaporte o cédula.

La situación en el hotel Decápolis sigue siendo monitoreada de cerca por las autoridades panameñas y las organizaciones internacionales, quienes trabajan conjuntamente para garantizar la seguridad y el bienestar de este grupo migrante en una etapa tan delicada de su proceso.