Taiwán abandona el PARLACEN ante la entrada de China

Taiwán abandona el PARLACEN ante la entrada de China

En una medida que ha sacudido el escenario diplomático en Centroamérica, Taiwán anunció su decisión de retirarse como observador internacional del Parlamento Centroamericano (PARLACEN), después de que este órgano regional votara a favor de otorgarle el lugar a China. La votación, liderada por Nicaragua, uno de los recientes aliados de China, ha sido vista como un intento de ambos países de debilitar la democracia en la región, según lo expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores taiwanés en un comunicado emitido el martes (22.08.2023).

El PARLACEN, un ente político que representa a seis naciones en Centroamérica, ha sido el terreno de una batalla diplomática entre Taipéi y Pekín. China reivindica a Taiwán como parte de su territorio y se opone enérgicamente a cualquier forma de reconocimiento oficial o participación internacional de la isla. El 21 de agosto, el pleno del PARLACEN aprobó la entrada de China como observador permanente, en detrimento de la posición de Taiwán.

En respuesta a esta decisión, el Ministerio taiwanés de Relaciones Exteriores declaró que la retirada de Taiwán del PARLACEN es una medida tomada para «proteger» su soberanía nacional y dignidad. Este último revés diplomático se suma a otros anteriores, como el cambio de alianza de Honduras en marzo y la ruptura de relaciones por parte de Nicaragua hace dos años, ambos en beneficio de China. Entre las naciones de Centroamérica, solo Guatemala ha mantenido su apoyo tradicional a Taiwán, mientras que República Dominicana, El Salvador, Panamá, Honduras y Nicaragua han virado su lealtad hacia China.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha enfrentado crecientes presiones por parte de China desde su asunción al poder, lo que ha llevado a la isla a perder nueve aliados diplomáticos en los últimos años. Actualmente, Taiwán cuenta con tan solo 13 aliados oficiales en el mundo, entre los cuales se encuentran naciones como Belice y Paraguay.

Esta salida del PARLACEN refleja el desafío constante que enfrenta Taiwán en su lucha por mantener su presencia internacional y su reconocimiento diplomático en un contexto geopolítico complejo, marcado por las tensiones entre China y otras naciones. La decisión del PARLACEN, aunque no sorprendente, agrega un nuevo capítulo a la larga historia de rivalidad y competencia diplomática entre Taiwán y China en la región centroamericana.