El gobernador Ron DeSantis utiliza aviones privados y donantes secretos para impulsar su campaña presidencial

El gobernador Ron DeSantis utiliza aviones privados y donantes secretos para impulsar su campaña presidencial

El domingo 19 de febrero, Ron DeSantis, gobernador de Florida, comenzó una agitada semana sin anunciar oficialmente su candidatura presidencial. Esa noche, dejó Tallahassee en un jet privado propiedad de un hotelero de Florida, con destino a Newark, antes de tener un encuentro con agentes de policía en Staten Island el lunes por la mañana. Luego abordó un avión bimotor Bombardier para dar un discurso en los suburbios de Filadelfia, voló a un salón de los Caballeros de Colón en las afueras de Chicago y finalmente regresó a su trabajo diario como gobernador de Florida.

Este tipo de giras, y otras similares, han sido posibles gracias a la comodidad de los vuelos privados y la generosidad de donantes adinerados, algunos de los cuales prefieren mantenerse en el anonimato, según una revisión del New York Times sobre los viajes de DeSantis. Anticipándose a su candidatura a la Casa Blanca, DeSantis ha dependido en gran medida de sus ricos aliados para que lo transporten por el país, donde puede probar su mensaje y aumentar su visibilidad. Muchos de estos donantes son partidarios conocidos de Florida, algunos con intereses comerciales en el estado.

Sin embargo, la forma en que se han financiado estos viajes, en particular a través de una organización sin fines de lucro, ha generado críticas por parte de expertos en ética. La existencia de esta organización sin fines de lucro, que ha protegido la identidad de algunos donantes, ha permitido a DeSantis sortear las normas diseñadas para evitar la influencia secreta de los donantes. Como candidato federal declarado, DeSantis estaría sujeto a requisitos mucho más estrictos para aceptar y reportar tales donaciones.

Expertos en ética han expresado su preocupación, argumentando que los votantes tienen derecho a saber quiénes intentan influir en sus representantes electos y si sus líderes están priorizando el bien público sobre los intereses de sus benefactores adinerados. A pesar de que DeSantis aún no ha anunciado oficialmente su candidatura, se espera que lo haga la próxima semana y se le insta a divulgar claramente quiénes están respaldando sus esfuerzos políticos.

Por su parte, los representantes de la oficina del gobernador y de la operación política de DeSantis se han negado a hacer comentarios o proporcionar detalles sobre quién ha organizado y pagado por sus vuelos.

DeSantis ha encontrado formas de sortear las leyes de ética y financiamiento de campañas en Florida para evitar volar en aviones comerciales. Además, ha tomado medidas para evitar la transparencia, ya que recientemente firmó un proyecto de ley que hace que los registros de viaje en poder de las fuerzas del orden estén exentos de las solicitudes de registros públicos, desde el comienzo de su mandato.

Aunque DeSantis aún está obligado a informar las contribuciones y los gastos en sus registros de financiamiento de campañas, la nueva ley probablemente impida que las agencias del orden público revelen más detalles, como itinerarios, información de vuelo e incluso listas de visitantes de la mansión del gobernador. Según DeSantis, esto se debe a preocupaciones de seguridad.

El gobernador DeSantis ha utilizado agresivamente las lagunas legales en las leyes de ética y financiamiento de campañas de Florida para evitar volar en vuelos comerciales. Desde que asumió el cargo en 2019, ha dependido de otros para cubrir los costos de sus vuelos privados. Según un análisis de los registros de financiamiento de campañas, su comité político ha aceptado viajes aéreos privados de aproximadamente 55 contribuyentes adinerados, en su mayoría de Florida, y de empresas asociadas a ellos, incluidos los directivos de compañías petroleras, desarrolladores, constructores de viviendas y ejecutivos del sector de la salud y los seguros.

Se ha informado que las donaciones de viajes adicionales se han canalizado a través del Partido Republicano de Florida, que DeSantis a menudo utiliza como intermediario de terceros. Varios cabilderos y donantes han afirmado que están acostumbrados a recibir llamadas de los asesores políticos de DeSantis pidiendo aviones, incluso para viajes de último minuto o para vuelos internacionales.

El uso de aviones privados por parte de políticos no es una práctica nueva, y tanto candidatos como funcionarios de ambos partidos han aceptado durante mucho tiempo los beneficios de utilizar aviones de donantes, a pesar del riesgo político de parecer estar en deuda con intereses especiales o desconectados de los votantes.

El caso de DeSantis ha llamado la atención de los expertos en ética debido al uso de la organización sin fines de lucro y a la falta de transparencia en sus viajes. Si bien otros candidatos presidenciales también tienen vínculos con organizaciones similares que no están obligadas a revelar sus donantes, la forma en que DeSantis ha estructurado sus giras y ha financiado sus vuelos ha dificultado el seguimiento y la divulgación de los costos involucrados.

A medida que se acerca el anuncio formal de su candidatura presidencial, aumentan las críticas y las demandas de transparencia hacia DeSantis. Los votantes y los expertos en ética esperan que se divulgue quiénes están financiando su campaña y si las acciones del gobernador están verdaderamente en línea con el bienestar público y no solo con los intereses de sus generosos benefactores.