Catorce muertos tras ataques de E. U. a presuntas embarcaciones del narcotráfico en el Pacífico

Una nueva operación militar de Estados Unidos en el Pacífico volvió a encender las alarmas en la región. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, confirmó que aviones estadounidenses lanzaron tres ataques contra cuatro embarcaciones que, según la inteligencia norteamericana, transportaban drogas en aguas internacionales del Pacífico oriental. El saldo: catorce muertos y un único sobreviviente, cuyo rescate está ahora en manos de México.

Hegseth aseguró que las naves eran “operadas por organizaciones terroristas designadas” y que transitaban por rutas habituales del narcotráfico. Sin embargo, Washington no ha presentado pruebas que respalden esas acusaciones, lo que ha generado dudas entre algunos gobiernos latinoamericanos.

El ataque, descrito como el primero de carácter múltiple entre los once reportados hasta la fecha por el Pentágono, fue ejecutado sin mandato judicial ni declaración de guerra del Congreso estadounidense. Las operaciones militares de este tipo han sido criticadas en la región, especialmente por Colombia y Venezuela, de donde se cree partieron algunas de las embarcaciones destruidas.

Desde Ciudad de México, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó haber sido notificada de los hechos durante la mañana. “Di la instrucción de que el canciller Juan Ramón de la Fuente y la Secretaría de Marina se reunieran con el embajador Ron Johnson para recibir información sobre el sobreviviente”, señaló durante su conferencia diaria.

La Secretaría de Marina mexicana, por su parte, aclaró que los ataques ocurrieron en aguas internacionales y “no cerca de las costas mexicanas”. Aun así, el Gobierno asumió la coordinación del rescate humanitario.

De acuerdo con la versión oficial de Hegseth, las tres primeras naves transportaban cuatro tripulantes cada una, y la cuarta, tres. Ninguno de los países involucrados ha revelado aún la nacionalidad de las víctimas.

El incidente refuerza la creciente tensión entre Washington y varios gobiernos de América Latina, que cuestionan el alcance de las operaciones unilaterales del Gobierno de Donald Trump en la lucha antidrogas más allá de su jurisdicción.