Docentes exigen pensiones dignas y convocan huelga indefinida

Los gremios docentes del país han decidido endurecer su postura frente al gobierno al anunciar una huelga nacional indefinida a partir del martes 23 de abril, justo después del receso por Semana Santa. La medida fue tomada luego de una asamblea extraordinaria celebrada la mañana de este sábado en las instalaciones de la Universidad de Panamá, donde los principales dirigentes del magisterio coincidieron en que las condiciones actuales “no garantizan una jubilación digna” para los trabajadores de la educación.

La resolución, que surge tras un paro nacional de advertencia de 48 horas llevado a cabo el pasado jueves y viernes, pone de manifiesto la creciente tensión entre los educadores y el Ejecutivo, particularmente tras la reciente sanción de la controvertida Ley 462, la cual reforma aspectos clave del sistema de pensiones de la Caja de Seguro Social.

“Esta ley representa una amenaza directa al futuro de los trabajadores panameños. No vamos a regresar a las aulas hasta que se derogue por completo. No luchamos solo por nosotros, sino también por nuestros hijos y los estudiantes de este país”, declaró el profesor Fernando Ábrego, dirigente de la Asociación de Profesores de la República de Panamá (ASOPROF).

Gobierno minimiza el impacto; docentes lo desmienten

La reacción del Ejecutivo no se hizo esperar. El presidente José Raúl Mulino calificó la convocatoria docente como un “fracaso” y, en declaraciones que han generado polémica, expresó que aquellos inconformes con la ley podían “mudarse a Venezuela, Nicaragua o Cuba”, desatando fuertes críticas en redes sociales y sectores de la oposición.

Por su parte, el Ministerio de Educación (MEDUCA) intentó proyectar normalidad, informando que el 85 % de los docentes asistieron a sus centros educativos durante los días del paro, y que las escuelas permanecieron abiertas en las 16 zonas educativas del país. Sin embargo, los gremios aseguran que la cifra oficial no refleja la realidad vivida en muchas regiones, donde hubo aulas vacías y estudiantes sin clases.

División de opiniones entre padres de familia

El anuncio de una huelga indefinida a solo un mes del inicio del año escolar ha generado preocupación entre los padres de familia. Mientras algunos apoyan las demandas del magisterio, otros expresan su frustración ante la paralización de las clases, señalando que la medida perjudica directamente el proceso de aprendizaje de sus hijos, especialmente en un año ya marcado por incertidumbres económicas.