REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | marzo 15, 2023Ecuador considera la expulsión del embajador argentino una medida necesaria
El Gobierno de Ecuador anunció la expulsión del embajador de Argentina en Quito, Gabriel Fuks, y llamó a consultas de su propio embajador en Buenos Aires, Xavier Monge, tras la fuga de la exministra ecuatoriana María de los Ángeles Duarte a Venezuela.
La expulsión del embajador argentino se debió a una pérdida de confianza después de que Duarte, quien estaba refugiada en la residencia del embajador en Quito durante más de dos años para evitar ir a prisión por una condena por corrupción, huyera a Venezuela sin previo aviso.
El Gobierno ecuatoriano otorgó un plazo «prudente» para que el embajador argentino abandone el país, ya que consideran que «se ha violado la buena fe y la confianza mutua que se busca en la relación entre estados». El canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, dijo que espera que un diálogo de alto nivel pueda llevar a la llegada de un nuevo embajador argentino a Quito y que no se pretende romper las relaciones con Argentina.
Holguín explicó que este martes Fuks le dio información distinta y supuestamente contradictoria a la proporcionada en la noche del lunes, cuando el canciller argentino, Santiago Cafiero, le informó que Duarte había abandonado la residencia del embajador, aparentemente sin previo aviso. Además, la misión diplomática de Argentina no ha entregado documentos y material solicitado por el Gobierno ecuatoriano, como las grabaciones de las cámaras de seguridad que permitirían esclarecer las circunstancias de la salida de Duarte de la residencia de la misión diplomática argentina.
El canciller consideró que la llegada de Duarte a Caracas es «una mala noticia para la lucha contra la corrupción e impunidad» y reiteró que la exministra no es una perseguida política, ya que su condena por corrupción se dio en 2020, antes de que llegara al poder el actual Gobierno. Holguín también detalló que la solicitud de asilo de Duarte a Argentina no se fundamentaba en la condena de ocho años de prisión por cohecho, sino por los vínculos con el padre de su hijo, de nacionalidad argentina y que «supuestamente se encontraba en Argentina».
La exfuncionaria, que ocupó la cartera de Obras Públicas entre febrero de 2015 y enero de 2017, se considera una perseguida política y niega los cargos en su contra, por lo que se refugió en la Embajada de Argentina en Quito junto a su hijo menor de edad desde agosto de 2020, donde estuvo hasta hace pocos días. En un mensaje en Twitter, Duarte agradeció a Argentina el haberle «cobijado ante la persecución de los gobiernos de Lenín Moreno y Guillermo Lasso». «Decidí dejar la embajada porque, al negarme el salvoconducto que me correspondía como asilada política, de acuerdo a la convención de Caracas de 1954 e impedir mi salida segura, el Gobierno ecuatoriano me convirtió en su rehén política», escribió la exministra.