REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | diciembre 23, 2024En la tarde del lunes 23 de diciembre, Fabio Ochoa Vásquez, exmiembro de alto rango del Cartel de Medellín, arribó a Colombia luego de ser deportado por las autoridades estadounidenses. El exnarcotraficante, quien permaneció 24 años en prisión tras su extradición en el año 2001, fue recibido por su familia en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá.
En sus primeras declaraciones, ofrecidas a W Radio, Ochoa Vásquez expresó su gratitud por el recibimiento de sus seres queridos, aunque también dejó entrever incertidumbre sobre su aceptación en el país. «No tengo muchas palabras. Estoy impresionado con cómo me recibe mi familia. En cuanto al país, ya veremos quién me recibe bien y quién no», afirmó.
El excapo del narcotráfico aseguró sentirse contento de poder reencontrarse con sus familiares, quienes lo esperaban en el aeropuerto, entre ellos sus hermanas y sus tres hijos. Según Ochoa, su objetivo principal ahora es disfrutar de la vida junto a ellos en Medellín, enfocándose en las cosas sencillas y dejando atrás su pasado en el crimen organizado.
En cuanto a su posible papel como gestor de paz dentro del gobierno del presidente Gustavo Petro, Fabio Ochoa descartó haber considerado esa opción, aunque afirmó: «Yo soy un tipo de paz, pero no he pensado en eso».
Un retorno sin cuentas pendientes
El regreso de Ochoa Vásquez a Colombia se da en el marco de su libertad tras cumplir la totalidad de su condena en Estados Unidos, donde fue sentenciado en 2003 a 30 años de prisión por cargos de tráfico de cocaína y conspiración. Al no tener procesos judiciales pendientes en territorio colombiano, el exnarcotraficante quedó libre al pisar suelo nacional.
Fabio Ochoa Vásquez, junto a sus hermanos Jorge Luis y Juan David, fue uno de los fundadores del temido Cartel de Medellín, organización que marcó un capítulo oscuro en la historia del país debido al narcotráfico y la violencia que promovió durante las décadas de 1980 y 1990.
En 1999, fue capturado en Colombia tras ser acusado de liderar operaciones de contrabando de más de 30 toneladas de cocaína mensualmente hacia Estados Unidos entre 1997 y 1999. Su extradición fue autorizada por el entonces presidente Andrés Pastrana, convirtiéndose en uno de los casos más emblemáticos de colaboración entre las autoridades colombianas y estadounidenses.
Nuevos comienzos o viejos retos
El retorno de Ochoa Vásquez genera diversas opiniones en la sociedad colombiana, entre quienes cuestionan su reintegración y quienes lo ven como un hombre que ya pagó su deuda con la justicia. Mientras tanto, el exnarcotraficante asegura que su prioridad será llevar una vida tranquila al lado de su familia y lejos del escrutinio público.
La llegada de Ochoa a Medellín, ciudad que fue epicentro de su antiguo imperio criminal, podría ser el inicio de un nuevo capítulo, aunque su presencia seguramente seguirá despertando polémica y atención en el país.