REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | noviembre 28, 2024Un día después del comienzo de la tregua entre Israel y el grupo islamista Hezbolá, el sur del Líbano fue escenario de un ataque aéreo israelí dirigido contra una instalación que, según el ejército israelí, era utilizada por Hezbolá para almacenar cohetes de medio alcance.
El cese al fuego, que entró en vigor el 27 de noviembre, estableció que únicamente el ejército libanés y las fuerzas de paz de la ONU debían estar presentes en el sur del país, tradicionalmente considerado un bastión de Hezbolá. Sin embargo, la calma duró poco. Las fuerzas israelíes justificaron el ataque argumentando la identificación de actividad terrorista en la zona. Según un portavoz militar israelí, el ataque fue llevado a cabo para neutralizar una amenaza inminente.
En paralelo, el ejército libanés continúa desplegando tropas y tanques en las regiones fronterizas, tal como estipula el acuerdo, aunque evitando ingresar en áreas donde aún permanece la presencia militar israelí.
Mientras tanto, en el pueblo de Qlaaya, en el sur del Líbano, los habitantes celebraron la llegada del ejército libanés, arrojando arroz y flores en señal de apoyo. «Solo queremos al ejército libanés», coreaban los pobladores mientras ondeaban banderas nacionales. Sin embargo, la tensión sigue latente, ya que dos civiles resultaron heridos en un incidente de fuego israelí en la localidad de Markaba.
La tregua surge tras semanas de intensas hostilidades que dejaron miles de muertos en Líbano y decenas de bajas en Israel. Hezbolá, que inició operaciones en apoyo a su aliado Hamás tras los eventos del 7 de octubre, sufrió fuertes golpes a su infraestructura militar debido a los bombardeos y operaciones terrestres israelíes.
A pesar del acuerdo, Israel anunció que mantendrá sus fuerzas en el sur del Líbano durante el periodo de transición, que podría extenderse hasta 60 días, con el objetivo de evitar que Hezbolá vuelva a ocupar posiciones estratégicas. La organización chiita, por su parte, asegura que ha retirado sus armas visibles y colabora con el despliegue del ejército libanés.
El conflicto ha exacerbado la ya grave crisis política y económica que enfrenta el Líbano, dejando a miles de desplazados en busca de reconstruir sus hogares. Mientras tanto, en el norte de Israel, donde muchas comunidades fueron evacuadas, persisten las dudas sobre la estabilidad de la tregua.
Un residente israelí expresó: «No nos sentimos seguros. Esto debería haberse prolongado hasta eliminar completamente la amenaza». La tregua, aunque representa un alivio temporal, no disipa las profundas divisiones y la incertidumbre en ambos lados de la frontera.