REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | enero 5, 2025En medio de una profunda crisis política y social, Edmundo González, líder opositor y candidato presidencial venezolano, ha comenzado una gira internacional por varios países de América Latina. Su primera parada ha sido en Buenos Aires, Argentina, donde fue recibido con honores de Estado por el presidente Javier Milei. Este gesto protocolario, reservado habitualmente para jefes de Estado, refleja un contundente respaldo a González, quien reclama su victoria en las elecciones presidenciales de julio pasado.
La visita de González coincide con el inminente acto de ratificación de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, programado para el próximo 10 de enero. Esta posesión ha generado controversia, ya que los resultados electorales oficiales son cuestionados tanto dentro como fuera del país. Según las actas divulgadas por la oposición, liderada por María Corina Machado, González habría ganado con un 67% de los votos frente al 30% obtenido por Maduro. Estas cifras contrastan con los datos emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), organismo que la oposición acusa de estar controlado por el chavismo.
El Centro Carter, reconocido observador internacional de procesos electorales, también ha expresado serias dudas sobre la transparencia del proceso. Expulsados de Venezuela antes de las elecciones, sus representantes denunciaron irregularidades que cuestionan la legitimidad del triunfo de Maduro. En consecuencia, la mayoría de los países democráticos se han negado a reconocer los resultados oficiales, exacerbando el aislamiento internacional del régimen.
Una persecución política en curso
Edmundo González enfrenta una intensa persecución por parte del gobierno de Maduro. Diosdado Cabello, una de las figuras clave del chavismo, anunció una recompensa de hasta 100.000 dólares por su captura. González logró salir de Venezuela meses atrás tras un acuerdo que le permitió evitar la cárcel, pero que finalmente utilizó como una vía para exiliarse en España. Desde su salida, ha denunciado repetidamente las amenazas que enfrentó bajo el régimen y ha utilizado su exilio para consolidar apoyos internacionales.
La recompensa ofrecida por Cabello generó reacciones inmediatas en la esfera internacional. El senador republicano Rick Scott calificó el anuncio como una provocación y sugirió que Estados Unidos aumente la recompensa ofrecida por la captura de Nicolás Maduro a 100 millones de dólares. Asimismo, el empresario Erik Prince, fundador de la empresa militar privada BlackWater, declaró su intención de ofrecer 100.000 dólares por la entrega del fiscal general venezolano, Tarek William Saab, en aguas internacionales.
Movilizaciones opositoras
En Venezuela, la oposición también intensifica sus acciones. María Corina Machado, quien fue inhabilitada para postularse en las elecciones presidenciales, ha convocado a movilizaciones masivas en todo el país el 10 de enero, coincidiendo con la ceremonia de ratificación de Maduro. Machado, una aliada clave de González durante la campaña, ha instado a los ciudadanos a manifestarse contra lo que describe como un fraude electoral y un intento de perpetuar la dictadura chavista.
Presión desde Estados Unidos
La elección de Donald Trump como próximo presidente de Estados Unidos y la designación de Marco Rubio como secretario de Estado prometen aumentar la presión sobre el gobierno de Maduro. Rubio, un crítico acérrimo del chavismo, ha prometido trabajar para resolver la crisis humanitaria y política de Venezuela, incluyendo la búsqueda de soluciones para la migración masiva hacia Estados Unidos.
Un futuro incierto
El panorama para Venezuela sigue siendo incierto. El próximo 10 de enero podría marcar un punto de inflexión, con movilizaciones opositoras que podrían desafiar directamente al régimen de Maduro. Mientras tanto, las comparaciones con la caída de Bashar al-Assad en Siria subrayan los riesgos que enfrenta Maduro, cuya permanencia en el poder dependerá de su capacidad para mantener un control frágil en un país al borde del colapso. La pregunta central sigue siendo si el chavismo logrará mantenerse hasta 2030 o si Venezuela está a las puertas de un cambio histórico.