REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | septiembre 23, 2024Luis Hermosilla, considerado uno de los abogados más influyentes de Chile, se ha visto envuelto en un escándalo de corrupción que ha sacudido los cimientos del poder en el país. Con más de 40 años de carrera, Hermosilla asesoró a figuras de la política, empresarios, e incluso a la Iglesia, ganándose un lugar privilegiado entre la élite chilena. Sin embargo, su detención por cargos de soborno y lavado de activos ha dejado al descubierto una red de influencias y favores que compromete a altos funcionarios y figuras del poder judicial.
El punto de partida de este escándalo, conocido como el «Caso Audios», fue el hallazgo de un teléfono móvil en el que se encontraron cientos de miles de páginas de conversaciones que Hermosilla mantuvo con jueces, políticos, fiscales y hasta figuras de la farándula. Estas conversaciones, que comenzaron a filtrarse a los medios desde noviembre del año pasado, revelaron la magnitud de sus conexiones y su capacidad para influir en decisiones judiciales de alto perfil.
Uno de los aspectos más alarmantes del caso es la implicación de figuras clave del poder judicial y la Policía de Investigaciones (PDI). El exdirector de la PDI, Sergio Muñoz, y la magistrada de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, son solo dos de los nombres que han salido a la luz en las filtraciones. Muñoz fue acusado de violación de secreto por filtrar información confidencial en investigaciones de alto impacto, mientras que Vivanco habría solicitado favores a Hermosilla para asegurarse su puesto en la Corte Suprema. A cambio, ella habría influido en la designación de jueces y compartido información sensible sobre causas judiciales.
La defensa de Hermosilla, encabezada por su hermano Juan Pablo Hermosilla, ha solicitado a la Fiscalía que se revelen las 770,000 páginas de chats almacenadas en el celular del abogado, argumentando que hasta ahora solo se han mostrado fragmentos selectivos. Según su defensa, Hermosilla no actuaba solo, y su caída arrastraría consigo a varios de los personajes poderosos que se beneficiaron de sus gestiones.
La respuesta del presidente Gabriel Boric no se hizo esperar. En un discurso contundente, Boric subrayó la importancia de que la justicia sea igual para todos, sin distinciones de clase o poder. «No puede haber ciudadanos de primera y segunda clase», afirmó el mandatario, en referencia a la figura de Hermosilla, quien hasta hace poco parecía intocable.
El escándalo ha generado un fuerte impacto en la opinión pública. Una encuesta reciente reveló que el 84% de los ciudadanos cree que la corrupción es un problema generalizado en Chile, y que el comportamiento de Hermosilla no es un hecho aislado. Este porcentaje refleja un aumento significativo en la percepción de corrupción en comparación con encuestas realizadas hace una década. Además, muchos chilenos consideran que este caso expone la desigualdad en el acceso a la justicia, ya que Hermosilla utilizaba su influencia para manipular decisiones judiciales y beneficiar a sus clientes más poderosos.
Los efectos políticos del caso también podrían ser profundos, especialmente en un año electoral. El escándalo ha afectado a figuras cercanas al expresidente Sebastián Piñera, como los exministros Andrés Chadwick y Felipe Ward, quienes aún están bajo investigación por sus posibles vínculos con Hermosilla. La caída del abogado, conocido por sus conexiones con la centro-derecha, podría tener repercusiones importantes para este sector político, que ya enfrenta un creciente descontento ciudadano por la gestión del actual gobierno.
La situación se ha comparado con escándalos de corrupción en otros países de América Latina, como el proceso 8.000 en Colombia o los Vladivideos en Perú. Aunque algunos expertos, como Francisco Leturia, expresidente del Consejo para la Transparencia, sostienen que el «Caso Audios» no tiene el mismo alcance, lo que sí queda claro es que ha revelado cómo operan las redes de poder en las altas esferas de Chile. Hermosilla, apodado “Don Satanás” o “El señor de los pasillos”, no solo alardeaba de sus influencias, sino que en los audios también se le escucha ofrecer sobornos en forma de mujeres ucranianas y rusas, drogas, y favores judiciales a cambio de beneficios.
En los chats filtrados, Hermosilla también menciona haber destruido oficinas para eliminar registros comprometedores, lo que añade un tono aún más oscuro a su ya polémica figura. Los expertos coinciden en que este escándalo es solo la punta del iceberg, y que las investigaciones en curso podrían revelar más casos de corrupción y tráfico de influencias entre las figuras más poderosas del país.