REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | diciembre 9, 2024Una nueva tragedia ha estremecido a Haití, un país marcado por la violencia y el caos político. En la comunidad costera de Wharf Jeremie, ubicada en el conflictivo sector de Cité Soleil en Puerto Príncipe, 184 personas fueron brutalmente asesinadas entre la noche del viernes y el sábado pasado. Las víctimas, en su mayoría ancianos, fueron atacadas con cuchillos y machetes, presuntamente por órdenes de Micanor Altes, conocido como Wa Mikano, líder de una poderosa pandilla en la zona.
Según informó la ONG CDP-Haití, la masacre tuvo un trasfondo de superstición y violencia. Todo comenzó cuando Wa Mikano, desesperado por la enfermedad de su hijo, consultó a un sacerdote vudú. El houngan habría señalado que un grupo de ancianos había practicado un supuesto «mal de ojo» contra el niño, lo que desató la ira del pandillero. La masacre ocurrió mientras la comunidad intentaba huir, pero incluso conductores de mototaxis que trataban de ayudar a evacuar a los residentes fueron asesinados.
Un testigo, cuya identidad se mantiene en reserva por razones de seguridad, narró a la prensa cómo perdió a su padre, de 76 años, en el ataque. «Le prendieron fuego a su cuerpo. No podemos darle sepultura; no hay rastro de su cadáver», lamentó.
La tragedia se agravó aún más cuando el hijo de Wa Mikano falleció el domingo por la tarde, intensificando el horror vivido por la población local.
Contexto de inseguridad
Haití enfrenta una profunda crisis de seguridad que se ha intensificado en los últimos meses. Grupos armados controlan el 80% de Puerto Príncipe, imponiendo su poder sobre comunidades enteras mediante extorsiones, asesinatos y secuestros. Estos grupos se fortalecieron tras el colapso del gobierno en febrero, cuando ataques coordinados forzaron la destitución del primer ministro Ariel Henry.
El gobierno haitiano, a través de un comunicado emitido el lunes en la red social X, condenó el ataque y prometió llevar a los responsables ante la justicia. «Este acto de barbarie, de una crueldad insoportable, le costó la vida a más de un centenar de personas indefensas», afirmó el comunicado oficial.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la creciente inestabilidad en Haití, un país que enfrenta además crisis económicas y humanitarias que complican aún más el panorama. Entretanto, los residentes de Wharf Jeremie claman por justicia y protección, mientras lidian con el duelo y el miedo constante a nuevos ataques.