Monseñor Ulloa exhorta a construir concordia ante la crisis nacional

En una jornada marcada por la solemnidad de la Pascua y el dolor compartido por la reciente muerte del papa Francisco, el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, dirigió un mensaje profundamente espiritual a la nación panameña, exhortando a sus ciudadanos a mantener viva la esperanza y a trabajar juntos por la reconciliación del país.

Desde el púlpito de la catedral metropolitana, y con palabras impregnadas de fe y preocupación pastoral, monseñor Ulloa habló con franqueza sobre el difícil momento que atraviesa Panamá. “Vivimos días marcados por tensiones, incertidumbre y dolor, que nos interpelan como Iglesia y como pueblo”, dijo, haciendo alusión tanto al clima social y político como al impacto del fallecimiento del sumo pontífice.

El arzobispo no eludió la realidad del país. Al contrario, la abrazó con palabras de consuelo y firmeza. Instó a los ciudadanos, gobernantes y actores sociales a construir “puentes de encuentro” y rechazar los “muros de división” que, en sus palabras, amenazan con profundizar las fracturas sociales. “Panamá necesita hoy más que nunca manos tendidas, no puños cerrados”, afirmó con convicción.

A lo largo de su homilía, Ulloa hizo un llamado a todos los sectores del país, sin distinción de ideologías o creencias, a comprometerse sinceramente con el diálogo, el entendimiento y la construcción de consensos duraderos. Subrayó la urgencia de atender a los sectores más vulnerables de la población y de recuperar el sentido de corresponsabilidad nacional: “Panamá necesita el compromiso sincero de todos los hombres y mujeres de buena voluntad”.

En el plano espiritual, el arzobispo abordó también el momento histórico que vive la Iglesia católica tras la muerte del papa Francisco. Conmovido, señaló que “la partida del Santo Padre ha dejado un sentimiento de orfandad en millones de personas alrededor del mundo, tanto creyentes como no creyentes”, reflejando así el profundo impacto global del pontífice.

A pocos días del cónclave que se celebrará el 7 de mayo en Roma para elegir al nuevo papa, monseñor Ulloa invitó a los fieles a elevar oraciones al Espíritu Santo, cuya presencia —afirmó— es esencial para guiar a los cardenales en esta decisión trascendental. “El Espíritu Santo tiene el don de hacer la armonía en la Iglesia, de cuidar la unidad”, expresó con serenidad.

Su mensaje, cargado de esperanza y de sentido pastoral, fue también una exhortación a recordar que, incluso en medio del dolor y la incertidumbre, es posible encontrar caminos de luz si se camina con fe, responsabilidad y apertura al otro.