
REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | noviembre 16, 2025Audio generado por AI para Panamá en Directo
Panamá en Directo | Ocho candidatos compiten por la presidencia chilena en un clima marcado por la inseguridad y la baja aprobación de Boric
Chile se prepara para una decisiva jornada electoral este domingo, en la que más de 15 millones de ciudadanos están convocados para renovar 179 cargos, incluyendo la Presidencia de la República. La contienda se desarrolla bajo un clima de fuerte descontento con el Gobierno del presidente Gabriel Boric, preocupación por la creciente inseguridad y un escenario económico frágil, factores que, según analistas consultados por CNN, influirán directamente en el comportamiento del electorado.
En la elección presidencial competirán ocho candidatos para suceder a Boric, quien dejará el cargo el 11 de marzo de 2026. Entre ellos destacan figuras con amplio recorrido político como la exministra Evelyn Matthei y los excandidatos Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Artés y Franco Parisi. También participarán el diputado libertario Johannes Kaiser; el dirigente deportivo Harold Mayne-Nicholls; la exministra y militante comunista Jeannette Jara; y el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, quien ya disputó la presidencia en 2021.
Si ninguno obtiene más del 50 % de los votos, los dos más votados se enfrentarán en un balotaje el 14 de diciembre. Además de la Presidencia, los electores renovarán 23 de los 50 escaños del Senado y la totalidad de la Cámara de Diputadas y Diputados.
Desaprobación creciente hacia Boric
El Gobierno de Boric llega debilitado a esta elección: una encuesta de Plaza Pública Cadem registró en octubre un 62 % de desaprobación y solo un 33 % de apoyo. Aunque no es su peor registro, la caída es significativa en comparación con el inicio de su mandato en 2022, cuando alcanzó un 48 % de aprobación.
Analistas como Javier Aeloíza, de la Universidad Andrés Bello, consideran que la percepción negativa responde al incumplimiento de expectativas, la improvisación en algunas políticas y el fracaso del proceso constitucional impulsado por el propio mandatario. Esto ha generado frustración entre sectores que esperaban reformas profundas en materia social y de derechos.
Inseguridad y economía: los temas que dominan la agenda
La seguridad pública se ha convertido en la principal preocupación de los chilenos. Cifras del Instituto Nacional de Estadísticas muestran un aumento sostenido en el número de víctimas de delitos desde 2021, pasando de 958.054 ese año a más de 1,33 millones en 2024. Crímenes de alto impacto, como el secuestro y asesinato del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, han contribuido a incrementar la sensación de vulnerabilidad y tensado las relaciones con Venezuela.
Expertos coinciden en que la inseguridad está estrechamente vinculada a la situación económica. El Producto Interno Bruto de Chile ha registrado variaciones importantes en los últimos años: tras caer 6,1 % en 2020, repuntó fuertemente en 2021, pero los ritmos de crecimiento posteriores han sido insuficientes para dinamizar el empleo y reducir la desigualdad.
Las protestas sociales de 2019 y los debates sobre el fallido cambio constitucional siguen presentes en la memoria del electorado, alimentando una demanda por mayor estabilidad y resultados concretos.
Una elección encaminada a segunda vuelta
Los analistas consideran improbable que algún candidato gane en primera vuelta, dada la fragmentación del panorama político. Patricio Navia, académico de la Universidad de Nueva York, estima que los aspirantes de derecha podrían reunir en conjunto alrededor del 60 % de los votos, aunque el nuevo sistema de voto obligatorio introduce un margen de incertidumbre al incorporar a millones de ciudadanos que históricamente no han participado.
Otro elemento clave serán las alianzas que se formen tras los resultados del domingo. Los apoyos de los candidatos que queden fuera serán decisivos para configurar el tablero del eventual balotaje del 14 de diciembre.
Con este escenario, Chile se dispone a elegir al líder que conducirá al país en el período 2026-2030, en una definición que probablemente requerirá una segunda vuelta y que se da en medio de uno de los ciclos políticos más complejos desde el retorno a la democracia.








