REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | noviembre 30, 2024La agencia calificadora de riesgo Moody’s ha revisado la perspectiva crediticia de Panamá, cambiándola de estable a negativa, debido a un deterioro fiscal mayor al esperado en 2024, la dificultad para consolidar las finanzas públicas y riesgos crecientes relacionados con la deuda. A pesar de este cambio, la calificación Baa3 se mantiene, garantizando el grado de inversión del país, aunque con advertencias claras sobre los desafíos futuros.
En su informe, Moody’s destacó que el déficit fiscal de Panamá en 2024 superará el 6% del PIB, muy por encima del límite del 2% originalmente establecido por la regla fiscal. Además, se estima que la relación deuda/PIB alcanzará el 61%, superando la mediana de 56% entre economías similares, y que el costo de la deuda será significativamente más elevado, con intereses que representarán el 19% de los ingresos en comparación con el 14% del año anterior.
La agencia también subrayó que el panorama fiscal del país se ve agravado por riesgos adicionales, como los pasivos contingentes asociados a la Caja de Seguro Social (CSS) y los litigios en torno a la mina Cobre Panamá. Según Moody’s, estos factores podrían debilitar aún más la credibilidad de la política fiscal y aumentar los costos de endeudamiento del país.
A pesar de este escenario, la calificadora reconoció la fortaleza económica de Panamá, destacando un crecimiento sólido en comparación con otras economías de la región y una mayor disposición del nuevo gobierno para implementar reformas que enfrenten las presiones fiscales. Sin embargo, las limitaciones estructurales y la rigidez del presupuesto podrían dificultar avances significativos en la estabilización de la deuda y la reducción del déficit fiscal.
El ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, reafirmó el compromiso del gobierno con la disciplina financiera, señalando que el deterioro fiscal afecta a toda la población. También enfatizó la importancia de marcos regulatorios responsables para garantizar la estabilidad económica y social del país.
Esta advertencia de Moody’s se suma al reciente ajuste de Standard & Poor’s, que rebajó la calificación de Panamá a BBB-, colocándolo a un paso de perder el grado de inversión. Por su parte, Fitch ya había retirado este estatus en marzo, reflejando un panorama desafiante para las finanzas del país.