Preocupación por la seguridad de periodista estadounidense del WSJ detenido en Rusia

El experimentado reportero estadounidense, Evan Gershkovich, fu detenido en Ekaterinburgo, Rusia, bajo acusaciones de espionaje por el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, por sus siglas en ruso).

El Wall Street Journal (WSJ), medio para el que trabaja Gershkovich, ha negado contundentemente las acusaciones y se ha mostrado profundamente preocupado por la seguridad del reportero. El Kremlin ha declarado que el reportero fue detenido «en flagrancia». Las penas por espionaje en Rusia pueden alcanzar hasta 20 años de prisión.

Gershkovich, quien tiene acreditación del Ministerio de Exteriores para trabajar en Ekaterinburgo, había publicado recientemente un reportaje sobre las dificultades de la economía rusa y el manejo del gasto militar y social por parte del Kremlin. El FSB ha acusado al reportero de recolectar información que representaba un secreto de Estado sobre las actividades de un esfuerzo defensivo militar, y ha abierto un caso de espionaje criminal.

La detención de Gershkovich se produce en un clima de creciente represión contra los periodistas en Rusia. Hacer reportería en ese país se ha vuelto cada vez más difícil, con periodistas independientes siendo etiquetados como «agentes extranjeros» y la expulsión de corresponsales extranjeros como la de la BBC.

Gershkovich cubre Rusia para el WSJ desde hace más de un año y anteriormente había trabajado en el país para la agencia francesa de noticias AFP y el diario Moscow Times. La detención del periodista fue recibida con sorpresa por la experta en política rusa Tatyana Stanovaya, quien destacó que labores típicas del periodismo, como recabar comentarios de expertos, podrían ser interpretadas como «recolección de información» bajo el concepto que tiene de espionaje el FSB.

Por su parte la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zakharova, ha dicho que lo que estaba haciendo Gershkovich en Ekaterinburgo no tenía «nada que ver con el periodismo».