Presidente José Raúl Mulino denuncia en la ONU la crisis migratoria y medioambiental en el Darién

En su primera intervención ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el presidente de la República de Panamá, José Raúl Mulino, ofreció un apasionado y contundente discurso en el que abordó los desafíos que enfrenta su país, tanto a nivel nacional como internacional, poniendo énfasis en la crisis migratoria en la selva del Darién y sus devastadoras consecuencias ambientales.

Mulino, quien asumió la presidencia hace poco más de dos meses, inició su intervención destacando la importancia geopolítica y estratégica de Panamá, un país que ha sido históricamente un punto de convergencia para el comercio y las culturas. “Nuestro Canal y el hub aeroportuario nos convierten en socios estratégicos para todos los países del mundo”, afirmó el mandatario, señalando que actualmente el Canal de Panamá conecta 180 rutas marítimas que enlazan 1,920 puertos en 170 países.

Sin embargo, el presidente subrayó que la posición estratégica de Panamá también trae consigo enormes retos, especialmente en relación con la migración ilegal. “Hoy Panamá enfrenta una inmensa problemática producto de su ubicación estratégica: la inmigración ilegal por la selva del Darién”, señaló Mulino. Desde su experiencia como exministro de Seguridad, recordó su lucha contra la narcoguerrilla en esa misma región hace más de una década, y expresó su profunda preocupación por la situación actual. “Es desgarrador ver el drama social que significa este camino improvisado, recorrido por mujeres, niños y personas mayores que enfrentan una travesía inhumana a través de ríos, selvas y lugares inhóspitos”.

El presidente denunció que este tránsito de personas es facilitado por organizaciones criminales con base en países vecinos, que lucran con la desesperación de miles de migrantes. Mulino hizo un llamado enérgico a la comunidad internacional para que comprenda la magnitud de la crisis y brinde el apoyo necesario para enfrentarla. “Las causas son conocidas, pero solos no podemos atenderlas. No disponemos de recursos ni de posibilidades materiales para darle una solución a la crisis migratoria por cuenta propia”, enfatizó.

Crisis ambiental en el Darién: un llamado de alerta

Mulino también abordó el impacto ambiental de la crisis migratoria en la selva del Darién, una de las más importantes reservas de biodiversidad del mundo. Denunció que el tránsito de más de medio millón de personas en 2023 ha dejado un rastro de devastación ecológica, con toneladas de residuos, incluyendo materiales altamente contaminantes como baterías y plásticos, y cuerpos en descomposición a lo largo del camino. “Nadie se imagina y menos aceptaría a 500 mil personas dejando basura sin ningún tipo de planificación ni tratamiento en el bosque de Bavaria, en Alemania, o en el Parque Nacional de Yellowstone, aquí en los Estados Unidos”, comparó el mandatario, buscando generar empatía y conciencia en la comunidad internacional.

El presidente destacó la falta de atención global hacia la destrucción de la selva del Darién, calificándola como un “pulmón verde” de la región que está siendo destruido sin que se tomen acciones concretas. En su intervención, Mulino enfatizó que el problema no es exclusivo de Panamá, sino parte de un complejo sistema global de crimen organizado que lucra con la desesperación humana. “Este Presidente sí lo denunciará y utilizará cada foro internacional para exigir un esfuerzo compartido para frenar el flujo de la migración ilegal”, declaró con firmeza.

Situación política en Venezuela: una causa de la migración masiva

Mulino aprovechó su intervención para señalar la inestabilidad política en Venezuela como uno de los factores que agravan la crisis migratoria en la región. Citó datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados que indican que casi 8 millones de venezolanos han huido de su país en busca de mejores oportunidades. “Es una verdadera tragedia migratoria a la que los organismos internacionales no le han dado una respuesta contundente y creíble a lo largo de estos años”, aseveró el presidente.

El mandatario panameño llamó a actuar enérgicamente contra los regímenes que atentan contra la voluntad popular y destacó que Panamá está abierto al diálogo con países que respeten el sistema democrático y representativo. “No es un tema ideológico; es sobre la obediencia estricta de la voluntad popular, que es la madre de todas las voluntades”, afirmó Mulino, dejando claro su rechazo a cualquier acto que viole los principios democráticos.

Panamá y las listas discriminatorias

El presidente también dedicó parte de su discurso a criticar la inclusión de Panamá en listas discriminatorias que lo asocian con paraísos fiscales y países que no respetan las normas internacionales. “No aceptamos ser parte de estas listas elaboradas por intereses particulares de naciones que no logran ser competitivas ni atractivas para sus conciudadanos”, denunció Mulino, refiriéndose a las reformas significativas implementadas en el sistema financiero y legal de Panamá para cumplir con los estándares internacionales.

Mulino manifestó su descontento con los países que promueven estas listas, mientras utilizan el Canal de Panamá y participan en licitaciones públicas en su territorio. “Este Presidente ha tomado la firme decisión de no permitir que las empresas de los países que avalan y acompañan esas listas participen en licitaciones internacionales. Tampoco contarán con nuestro voto en los organismos internacionales”, advirtió el mandatario, señalando su intención de tomar medidas concretas en defensa de la soberanía panameña.

Un llamado a la cooperación internacional

Mulino cerró su intervención en la ONU haciendo un llamado a la cooperación internacional para enfrentar la crisis migratoria y medioambiental en el Darién. Reiteró el compromiso de Panamá con la paz y la seguridad mundial, recordando que el país será miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU en enero del próximo año por sexta vez en su historia. “Panamá seguirá conectando el comercio mundial, luchando por la libertad, integrándose al mundo y exigiendo el respeto que damos y que nos merecemos, como una nación íntegra”, concluyó el presidente, agradeciendo la oportunidad de dirigirse a la Asamblea General en nombre del pueblo panameño.