REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | octubre 2, 2024La paralización en los puertos de la Costa Este y el Golfo de México continúa por segundo día consecutivo, mientras miles de estibadores se han reunido nuevamente en protesta. Este conflicto surge debido a la falta de acuerdo entre la Asociación Internacional de Estibadores (ILA, por sus siglas en inglés) y la Alianza Marítima de EE.UU. (USMX), luego de que las negociaciones salariales no lograran un consenso.
El sindicato ILA exige un aumento salarial significativo, con una petición de incremento de 5 dólares por hora durante seis años, y busca asegurarse de que no se implemente la automatización o semi-automatización en las operaciones portuarias. Estos avances tecnológicos amenazan con la pérdida de empleos en el sector. Según Harold Daggett, presidente de la ILA, su demanda principal es clara: garantizar salarios justos y la protección de los trabajadores ante el avance de las máquinas.
Por su parte, USMX ha respondido con una oferta de incremento salarial del 50%, buscando además la extensión del contrato vigente. Ambas partes han mostrado flexibilidad en sus propuestas iniciales, lo que genera cierta esperanza de una pronta reanudación de las negociaciones. Sin embargo, el impacto económico ya es notable: con más de 45,000 estibadores sumados a la huelga, se estima que las pérdidas diarias podrían superar los 2 mil millones de dólares, afectando a importantes terminales portuarias como Elizabeth/Newark, Houston, Miami y Baltimore.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha instado a ambas partes a encontrar una solución rápida para evitar lo que él denomina un “desastre provocado por el hombre”. Comparando la situación con los estragos del huracán Helene, Biden señaló que la economía no necesita más interrupciones y que es fundamental que las negociaciones continúen para evitar un mayor caos en el sector marítimo.
Mientras tanto, en el puerto de Baltimore, cientos de manifestantes se han congregado, bloqueando las entradas principales y exhibiendo carteles que denuncian la amenaza de la robotización en el trabajo portuario. Los trabajadores en huelga continúan recordando la última gran movilización del sector en 1977, mostrando un fuerte sentido de unidad y resistencia ante la incertidumbre laboral.