REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | diciembre 11, 2024La permanencia de Rusia en Siria, clave para su influencia geopolítica en Oriente Medio y el Mediterráneo, parece estar en duda tras la difusión de imágenes satelitales que sugieren movimientos de evacuación desde sus bases militares. A pesar de que el Kremlin desmiente cualquier plan de retirada, la inteligencia militar ucraniana asegura tener pruebas contundentes de que Moscú podría estar desmontando su presencia en el país árabe.
Las imágenes, publicadas por el Institute for the Study of War, muestran buques de guerra rusos abandonando la estratégica base naval de Tartus, ubicada en la costa mediterránea. Según los informes, estas embarcaciones han sido reubicadas a varios kilómetros de distancia, lejos de las costas sirias. Asimismo, Ucrania reporta que una flota de aviones ha sido desplegada para evacuar personal militar desde las bases de Tartus y Jmeimim, esta última un importante centro de operaciones aéreas de Moscú en la región.
Reacciones enfrentadas y el contexto geopolítico
Dimitry Peskov, portavoz del Kremlin, calificó estas acusaciones como infundadas y reafirmó el compromiso de Rusia con la seguridad y el control de sus instalaciones militares en Siria. Según Peskov, la estabilidad de las bases no se verá afectada, incluso con los cambios políticos tras la caída del régimen de Bashar al Asad. «Rusia tiene los recursos y la capacidad para mantener su posición en la región, ahora con más aliados que adversarios», declaró el funcionario.
Sin embargo, analistas internacionales señalan que el aparente desmantelamiento podría ser un golpe estratégico significativo para Moscú. Durante años, Siria ha sido un pilar esencial en las operaciones rusas en Oriente Medio, África Subsahariana e incluso en Europa, gracias al acceso al Mediterráneo que proporcionan estas bases. La pérdida de influencia en esta región podría limitar su capacidad para proyectar poder en áreas clave.
El fin de una alianza estratégica
La estrecha relación entre Vladimir Putin y Bashar al Asad ha sido fundamental para la presencia rusa en Siria. No obstante, con el colapso del régimen de al Asad, ahora en manos de grupos rebeldes, Rusia enfrenta un entorno hostil que amenaza su permanencia. Aunque el Kremlin ha evitado confirmar el paradero del líder sirio y su familia, su salida del país podría marcar el final de una era de cooperación que permitió a Moscú consolidarse como un actor relevante en el tablero geopolítico de la región.
Implicaciones globales
Siria ha sido un bastión para Rusia, tanto como centro de operaciones como punto de presión sobre Europa y Oriente Medio. La posible retirada militar no solo afectaría su posicionamiento estratégico, sino que también podría ser interpretada como una señal de debilidad en el contexto del conflicto en Ucrania, donde Moscú ya enfrenta una presión internacional significativa.
A pesar de las declaraciones del Kremlin, la difusión de imágenes y los informes de evacuación generan dudas sobre el verdadero estado de las operaciones rusas en Siria. ¿Es esto un repliegue temporal o el preludio de una retirada definitiva? Las próximas semanas serán cruciales para comprender el futuro de Rusia en una región donde el equilibrio de poder sigue en juego.