REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | noviembre 28, 2024En un ataque masivo, Rusia lanzó un nuevo bombardeo sobre Ucrania, combinando misiles, drones explosivos y bombas de racimo. La ofensiva dejó a más de un millón de personas sin electricidad en medio de las temperaturas invernales, afectando gravemente a la población civil y aumentando el riesgo de una crisis humanitaria.
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, denunció esta acción como una estrategia de «terrorismo calculado», acusando a Rusia de buscar prolongar la guerra y empeorar las condiciones de vida de los ucranianos. El mandatario pidió a sus aliados el envío urgente de sistemas de defensa aérea para contrarrestar los constantes ataques. Según él, estas defensas son esenciales para salvar vidas y frenar las ambiciones de Moscú.
Por su parte, el presidente ruso Vladímir Putin justificó los bombardeos como represalias por los recientes ataques contra territorio ruso realizados, según él, con armamento occidental. Putin también advirtió sobre la producción masiva del misil hipersónico Oreshnik, una nueva arma con capacidad nuclear y un alcance de hasta 5.500 kilómetros, lo que representa una amenaza tanto para Europa como para Estados Unidos.
Aunque las fuerzas ucranianas lograron interceptar gran parte de los misiles y drones lanzados, el daño causado a la infraestructura energética es significativo. Esta es la undécima ofensiva de este tipo desde marzo, lo que refuerza la hipótesis de que Rusia busca desestabilizar al país mediante el colapso de su sistema eléctrico durante el invierno.
Zelenski también condenó el uso de bombas de racimo, un tipo de armamento prohibido por numerosos países debido a su impacto devastador y sus efectos indiscriminados en la población civil. “Estos ataques son un claro intento de chantaje. Rusia no busca la paz, sino agravar el sufrimiento”, declaró el presidente ucraniano, quien además reiteró la necesidad de una respuesta internacional firme para proteger no solo a Ucrania, sino a toda Europa.