REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | diciembre 11, 2024La situación política en Corea del Sur ha alcanzado un punto crítico. El presidente Yoon Suk Yeol se encuentra en el centro de una tormenta institucional luego de que la semana pasada declarara una polémica ley marcial en un intento fallido por detener un voto en el Parlamento que amenazaba su mandato. Este movimiento no solo provocó un profundo rechazo social, sino que lo colocó bajo investigación por insurrección, afectando a su círculo más cercano.
El intento de controlar la situación a través de medidas militares, incluyendo el despliegue de soldados y helicópteros al Parlamento, terminó generando más problemas para Yoon. Aunque logró sortear una primera moción de destitución gracias al respaldo parcial de su partido, la oposición ha presentado una segunda moción que se discutirá en los próximos días, dejando su futuro político en la cuerda floja.
Resistencia a las investigaciones
El miércoles, un equipo especial de la policía anunció que intentaría allanar varias oficinas clave, incluidas las del propio presidente, en busca de evidencias relacionadas con la supuesta insurrección. Sin embargo, los guardias de seguridad presidencial impidieron que los investigadores accedieran al edificio principal, lo que generó críticas por la falta de cooperación con las autoridades judiciales.
Mientras tanto, Yoon tiene prohibido abandonar el país mientras continúan las pesquisas. Su entorno cercano, que incluye al exministro del Interior y altos mandos policiales y militares, también está bajo investigación, en un caso que pone en duda la estabilidad de la actual administración.
El intento de suicidio del exministro de Defensa
En medio de este caos, el exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, quien estaba bajo custodia por su participación en la declaración de la ley marcial, intentó quitarse la vida la noche del martes. Según las autoridades penitenciarias, el incidente ocurrió horas antes de que se formalizara su arresto, aunque su estado de salud ha sido reportado como estable.
Kim enfrenta cargos por abuso de autoridad y por asumir responsabilidades críticas durante lo que se considera una insurrección. A través de sus abogados, el exministro ha declarado ser el único responsable de las decisiones tomadas, eximiendo a sus subordinados de cualquier culpa.
Un futuro incierto
La crisis ha generado un ambiente de incertidumbre y división en Corea del Sur. La declaración fallida de la ley marcial, que buscaba evitar la pérdida de control político por parte del presidente, ha tenido un efecto contrario, debilitando aún más su posición frente a una población cada vez más descontenta.
Con una segunda moción de destitución en el horizonte y una investigación que abarca altos niveles del gobierno, el desenlace de esta crisis podría marcar un antes y un después en la política surcoreana. La pregunta que ahora se hacen muchos es si el sistema político del país podrá soportar esta prueba sin sufrir daños irreparables.