Trump amenaza con demandar a la BBC

La BBC enfrenta una de las peores crisis políticas e institucionales de su historia reciente. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó una carta legal contra la cadena británica exigiendo una compensación de al menos mil millones de dólares por presunta difamación, tras descubrirse una edición engañosa en un documental sobre su campaña de reelección emitido en octubre de 2024.

Según informó CNN, el mandatario acusa a la BBC de haber “manipulado intencionadamente” su discurso del 6 de enero de 2021 para que pareciera que incitaba directamente a la violencia frente al Capitolio. En realidad, el montaje combinó frases de distintas partes de su intervención, dando la impresión de un llamado a “luchar como el demonio” y marchar hacia el Congreso, cuando ambos fragmentos estaban originalmente separados.

La BBC reconoció el error y su presidente, Samir Shah, envió una disculpa formal al Parlamento británico. En su carta admitió que “la forma en que se editó el discurso dio la impresión de un llamado directo a la acción violenta”. A raíz del escándalo, el director general Tim Davie y la jefa de BBC News, Deborah Turness, presentaron sus renuncias el domingo.

Un portavoz del medio declaró que “la BBC revisará la carta y responderá a su debido tiempo”. La corporación insistió en que no existe evidencia de motivaciones políticas detrás del error. No obstante, el incidente se ha convertido en un arma política dentro del Reino Unido: los conservadores acusan al medio público de pérdida de credibilidad, mientras que sectores progresistas lo defienden como una institución imperfecta pero esencial para el servicio público.

El caso estalló tras una publicación del diario The Telegraph, que citó un informe interno del asesor Michael Prescott sobre fallas editoriales y falta de acción de la alta dirección. En el documento, Prescott advertía sobre errores reiterados en la cobertura de temas sensibles como la guerra entre Israel y Hamás, la identidad de género o la diversidad racial.

El presidente de la BBC respondió afirmando que la corporación “ha publicado correcciones cuando se ha equivocado, ajustado su guía editorial, realizado cambios de liderazgo y aplicado sanciones disciplinarias”. Pidió además mantener “una perspectiva equilibrada”, recordando “las miles de horas de periodismo sobresaliente” producidas por la cadena.

Sin embargo, el episodio ha reavivado un debate más amplio sobre el futuro de la BBC y su modelo de financiación pública. Figuras conservadoras, como la ex primera ministra Liz Truss, han pedido el fin del sistema de radiodifusión estatal y del canon que financia sus operaciones. El gobierno revisa actualmente la Royal Charter, que define el mandato de la cadena, antes de su vencimiento en 2027.

Analistas británicos advierten que la BBC atraviesa un “momento existencial”. El periodista Alan Rusbridger advirtió que, aunque el error fue grave, “sus enemigos buscan que la institución se marchite o muera, lo que nos dejaría a todos en peor situación”. En tanto, el comentarista político del Financial Times Robert Shrimsley recordó que “los errores son reales, pero también lo es la campaña coordinada de la derecha mediática para destruirla”.

Desde Kiev, el corresponsal diplomático James Landale escribió: “No somos perfectos; debemos esforzarnos siempre por mejorar. Pero en un mundo cada vez más oscuro, seguimos siendo un rayo de luz”.