Trump insinúa un posible acercamiento con Maduro mientras continúa evalúa acciones militares en Venezuela

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a mover el tablero de la crisis venezolana al afirmar que estaría dispuesto a conversar con Nicolás Maduro, incluso mientras su administración analiza opciones militares para presionar al líder venezolano.

“Sí, probablemente hablaría con él”, señaló Trump desde la Oficina Oval. Luego matizó que ese contacto ocurriría “en algún momento”, dejando entrever apertura pero también distancia. Aun así, no dudó en responsabilizar a Maduro de “un daño tremendo” y evitó comprometerse sobre si podría mantenerse en el poder bajo cualquier negociación.

Maduro respondió horas después desde la televisión estatal venezolana, reiterando su disposición al diálogo. “Cualquiera que quiera hablar con Venezuela hablará cara a cara”, dijo, insistiendo en que solo la diplomacia permite a los países “entenderse” y avanzar hacia la paz.

Washington sopesa un abanico de escenarios

Las declaraciones se producen en un momento en que la Casa Blanca revisa distintos cursos de acción dentro de Venezuela. Según fuentes consultadas por CNN, el Pentágono ha presentado propuestas que van desde ataques aéreos contra instalaciones militares y rutas de narcotráfico, hasta operaciones más directas destinadas a apartar a Maduro del poder.

Aunque Trump ha asegurado públicamente que no contempla ataques internos, también ha reconocido haber autorizado operaciones de la CIA en el país. Al mismo tiempo, funcionarios han advertido que Estados Unidos no cuenta aún con una base legal sólida para una acción militar a gran escala.

La tensión crece mientras la operación “Lanza del Sur” mantiene desplegados más de una decena de buques de guerra y unos 15.000 soldados en la región del Caribe. La estrategia busca ejercer máxima presión sobre el gobierno venezolano, con la esperanza de forzar cambios sin necesidad de un conflicto abierto.

Nuevas acusaciones desde Washington

A la par de estos movimientos, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que Estados Unidos designará al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera. Washington acusa a Maduro y a altos funcionarios de dirigir esta red dedicada al narcotráfico, lo que eleva el tono del enfrentamiento.

Trump, por su parte, insistió en que no necesita autorización del Congreso para actuar militarmente si lo considera necesario, aunque dijo estar dispuesto a mantener informados a los legisladores. “Detenemos a los narcotraficantes… No tenemos que obtener su aprobación”, sostuvo.

El escenario queda así marcado por dos caminos que avanzan en paralelo: la posibilidad de un diálogo directo entre mandatarios y, al mismo tiempo, la amenaza de una intervención militar que, aunque incierta, sigue sobre la mesa.