Trump lanza plan para liberar a los rehenes en Gaza y choca con Netanyahu

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó un nuevo plan para poner fin a la guerra en Gaza y liberar a los 50 rehenes israelíes retenidos por Hamás, desmarcándose de la estrategia del primer ministro Benjamín Netanyahu y generando tensiones en la relación bilateral.

Hasta ahora, Trump había respaldado la táctica israelí de negociar por etapas y condicionar cualquier acuerdo a la rendición total de Hamás, una postura que, según Washington, ha prolongado el conflicto, agravado la crisis humanitaria y deteriorado la imagen internacional de Israel.

La propuesta estadounidense plantea un canje inmediato: aumento sustancial de la ayuda humanitaria a Gaza a cambio de la liberación de todos los rehenes, vivos o fallecidos, sin treguas temporales ni negociaciones fragmentadas, y aceptando que Hamás mantenga presencia en ciertas zonas de la Franja.

“El presidente Trump ahora cree que todos deben regresar a casa de una vez, sin acuerdos fragmentados. Eso no funciona”, afirmó Steve Witkoff, enviado especial de la Casa Blanca para Medio Oriente, durante un encuentro con familiares de secuestrados en Tel Aviv.

Antes de ese encuentro, Witkoff presentó el plan a Netanyahu en Jerusalén. Sin embargo, el premier israelí rechazó cualquier acuerdo que deje a Hamás desplegado en Gaza y propuso, en cambio, una ofensiva militar para liberar a los cautivos, una idea que preocupa a Washington por el riesgo para la vida de al menos 20 rehenes que se cree siguen con vida.

La postura de Netanyahu ha profundizado las divisiones dentro de su gabinete de seguridad. Ministros como Ron Dermer, Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir respaldan una operación militar inmediata, mientras que Gideon Sa’ar, el jefe del Mossad, David Barnea, y el jefe de las Fuerzas de Defensa, Eyal Zamir, prefieren esperar la evolución de la iniciativa estadounidense.

En paralelo, la administración Trump mantiene contactos con Qatar y Egipto, intermediarios clave ante Hamás, y busca evitar un choque político abierto con Netanyahu. La Casa Blanca considera que su propuesta podría frenar la hambruna que afecta a la población desplazada en Gaza y abrir una vía para poner fin a un conflicto que lleva casi diez meses.