REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | noviembre 28, 2024El presidente electo Donald Trump ha propuesto a Todd Blanche, uno de sus abogados defensores en casos criminales recientes, para ocupar el cargo de fiscal general adjunto, el segundo puesto más importante en el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. La decisión ha generado preocupación entre expertos legales, quienes señalan posibles conflictos éticos y la necesidad de que Blanche se recuse de cualquier caso relacionado con su trabajo previo para Trump.
Blanche, quien lideró la defensa de Trump en varios casos de alto perfil, ha sido una figura clave en la representación legal del presidente electo. Estos casos incluyeron acusaciones federales de mal manejo de documentos clasificados y la presunta obstrucción de la certificación de la victoria electoral de Joe Biden en 2020, además de un caso en Nueva York sobre la falsificación de registros comerciales. Aunque algunos cargos federales han sido desestimados, la controversia persiste en el ámbito estatal.
La propuesta de Trump no se limita a Blanche; también incluye a otros dos abogados de su equipo legal para altos cargos en el Departamento de Justicia, lo que ha llevado a críticas de que estas designaciones buscan consolidar el control presidencial sobre una institución que históricamente ha operado de manera independiente del poder ejecutivo. Scott Cummings, profesor de derecho en UCLA, advierte que estos nombramientos podrían socavar la confianza pública en la independencia del Departamento de Justicia.
Expertos como Eli Wald, profesor de ética legal en la Universidad de Denver, consideran esencial que Blanche se recuse de cualquier decisión vinculada a sus anteriores representaciones de Trump, para evitar un “aparente conflicto de intereses”. Esta postura es respaldada por Kathleen Clark, especialista en ética gubernamental, quien insta al Senado a exigir claridad sobre los límites de participación de Blanche durante su proceso de confirmación.
La posible confirmación de Blanche plantea un delicado equilibrio ético. Aunque su experiencia como fiscal federal y abogado defensor lo califica para el puesto, su relación previa con Trump y los casos en los que lo defendió podrían dificultar su labor en un departamento encargado de mantener la imparcialidad y el estado de derecho.